miércoles, 4 de abril de 2018

Las novelitas de Maiden Lane


Entretenido (aunque prescindible) complemento de la serie

Después de leerme Duke of sin, que es el libro 10 de Maiden Lane, tocaba cronológicamente la novela corta «Once upon a moonlit night», que sería la 10.5. Después irían las novelas largas Duke of pleasure (núm. 11) y Duke of desire /núm. 12). Los relatos 12.5 y 12.6 (o 10.7) son lo último que ha escrito Elizabeth Hoyt de la serie.
Pero en vez de respetar el orden cronológico, he preferido leerme de un tirón las tres novelitas y dejar para el final las dos novelas largas.
En los tres casos, son relatos de unas cien páginas. Eso no le impide a la autora «regalarnos» sus habituales cuentos al principio de cada capítulo. Sólo me interesó el del príncipe y la princesa rana, que acompaña la tercera y última historia. Los otros dos los pasé por encima, como es habitual en mí.
Ya he dicho otras veces que, en mi opinión, el formato corto funciona mejor cuando son personas que se conocen de antes, bien por enemistad previa, o por amistad, o porque tuvieron una relación en el pasado… En este caso reconozco que no fue una excepción. La historia que más me gustó fue la última, la de D’Arque y Sarah St. John, que ya tenían una enemistad que venía de novelas anteriores.

«Once upon a moonlit night»




Maiden Lane #10.5
Julio de 2016

Érase una vez una noche iluminada por la Luna…
Esta historia enlaza directamente con el Duke of sin. Entre las muchas canalladas del prota de aquella historia, el infame duque de Montgomery, está el secuestro de la rica heredera Hippolyta Royle. Con la ayuda de la siempre práctica Bridget, Hippolyta consigue escapar de las mazmorras del castillo, y nunca más se supo qué fue de ella.
Para saber qué ocurrió con ella tenemos este relato corto.
Resulta que en mitad de la noche, sucia, con la lluvia empapándola, topa en su huida con el carruaje de un tipo guapetón. Porque, obviamente, si vas a ser rescatada en mitad de los desolados páramos de Yorkshire, lo que encuentras no va a ser un rústico gañán, sino a Matthew Mortimer, un aristócrata que ha estado por los mares del Sur dedicándose a la cartografía y la aventura.
Ella le cuenta quien es: una rica heredera en apuros, y que si la ayuda, su padre le recompensará sobradamente. Matthew no cree una palabra, piensa más bien que es una mujer de dudosa moralidad, una actriz o una buscona, con las pintas tan desastrosas que tiene. Pero aun así, la ayuda.
Se sucede una situación de esas que llaman «intimidad forzada», compartiendo diligencia. Ya se sabe que el roce hace el cariño. Y eso que cada uno guarda secretos que al otro le vendría bien saber.
Matthew será heredero a un título, pero no tiene un duro, y una rica heredera le vendría de perlas. Hippolyta tiene dinero, pero la desventaja de que su madre (y esto es un secreto muy guardado) era hindú, lo que disminuiría sus posibilidades matrimoniales en la racista Inglaterra. Porque sí, al principio de la colonización inglesa de la India hacían lo mismo que los españoles es América, mestizaje. Luego empezaron a llevar mujeres de Inglaterra, lo que no ocurrió hicieron los españoles, de ahí que América sea un continente con una población más mezclada, mientras que los ingleses pasaron por la India como agua sobre aceite.
Pero claro, el detalle del origen étnico de Hippolyta, a un hombre tan viajado como Matthew, le importa menos que cero.
Con un poquito de sexo de por medio, acabarán juntos y enamorados.
Valoración: 3, entretenida.

«Once upon a Maiden Lane»



Maiden Lane #12.5
Noviembre de 2017

Érase una vez Maiden Lane…
Los seguidores de la serie hemos visto al personaje de Mary Whitsun desde el principio: una de las niñas recogidas en el orfanato de la familia Makepeace. Ahora ya es una jovencita que trabaja como niñera en casa de Lord y Lady Caire, los protagonistas de la primera entrega, Wicked intentions
Empieza la historia cuando un guapo aristócrata, Henry Collins, vizconde Blackwell se fija en ella en una librería. El caballero no puede quitarle los ojos de encima, confundiéndola con su prometida, Lady Johanna Albright. Cuando queda claro que no es ella, empiezan a pensar si no será la hermana gemela de Joanna, que desapareció en su niñez. ¿Puede Mary, una sirvienta, criada en el orfanato de St. Giles ser, en realidad, Lady Cecilia Albright?
La familia parece creerlo así. La acogen, y empieza en make over de ponerla guapetona, bien vestida, con clases de baile,… y la posición viene además con prometido incorporado, porque Henry está comprometido con Lady Cecilia desde el principio. Cuando esta desapareció, transfirieron el compromiso a Lady Joanna, pero ahora que Cecilia ha aparecido, vuelve a estar comprometido con ella.
Lo mejor es que Mary le gusta mucho más, la encuentra indómita, excitante, diferente,… y Mary, que es de esas que no ha tenido un solo pensamiento carnal en su vida, de repente los encuentra todos centrados en este sexy aristócrata.
La cosa se complica con una levísima trama de suspense en la que se encuentra amenazada la vida de Mary.
En conjunto es el relato que menos me gustó. No me interesaron Mary ni, mucho menos, Henry. Y la trama me pareció excesivamente folletinesca.
Valoración: 2, aburrida.

«Once upon a Christmas Eve»




Maiden Lane #12.6 (o 10.7 según la página web de la autora)
Diciembre de 2017

Érase una vez una Nochebuena…
Las pasadas navidades, Elizabeth Hoyt remató su serie Maiden Lane regalando a sus fans una historia navideña sobre el aristocrático D’Arque, uno de esos canallas encantadores que tan bien le salen. A lo largo de la serie, se le ha visto a veces como un tipo vanidoso y algo cruel, otras como sospechoso de crímenes varios.
Adam Rutledge, vizconde d'Arque, odia la Navidad, pero por su amada abuela hará lo que sea, hasta lanzarse por esos caminos helados de Inglaterra para que pueda pasar las fiestas con una pariente. Tienen un pequeño accidente en la carretera y se ven obligados a buscar refugio en casa de los St. John.
Que no le tienen mucha simpatía, la verdad. Eso de haber andado coqueteando con la señora de la casa, no lo hace especialmente atractivo. Y la señora tiene una cuñada, Sarah St. John que parece realmente odiarlo a él.
Qué pena que esta mujer lo irrite y atraiga a partes iguales.
A Sarah, simplemente, no le gustan los tipos canallas, con su sonrisita de autosuficiencia, su actitud de ser un regalo para las mujeres, su palabrería vana,… No pueden evitar engancharse en más de un diálogo picajoso. No se soportan pero, al parecer, no pueden dejar de pensar el uno en el otro.
Otra situación de intimidad forzosa entre dos personas que se llevan mal pero acaban no pudiendo quitarse las manos de encima.
Sarah empieza a pensar que igual hay buenas cualidades en este petimetre, alguien que quiere tanto a su abuela y la cuida con devoción no puede ser del todo malo.
Y D’Arque, el feliz soltero vivalavirgen, se da cuenta que, quizá, haya algo recomendable para él en el estado matrimonial.
En mi experiencia personal, fue el mejor de los tres relatos. Supongo que porque uno de mis tópicos favoritos es «de enemigos a amantes». Pero también me parece que los personajes son los que tienen más carácter, son más reales.
Valoración: 4, notable.

Se las recomendaría a: quienes se hayan leído toda la serie Maiden Lane y quienes quieran ver si les va el estilo Elizabeth Hoyt.

Otras críticas de estas novelitas:

En general compruebo que les ha pasado como a mí, aceptable la primera, con más dudas respecto a la segunda y considerando estupenda la tercera, como un digno remate a una de las mejores series de novela romántica histórica de los último años.

«Once upon a moonlit night»
Smexy Books le da una B+.
En Red Hot Books, una B.
También una B le pone Em en All About Romance, considera que –en general– la historia está bien llevada, pero todo acaba apresurándose un poco demasiado al final.

«Once upon a Maiden Lane»
Mandi, de Smexy Books, la califica con una B
En Red Hot Books, una B-/C+, no le convencieron mucho los protagonistas
Con una C+ se quedó esta historia en All About Romance. Le parece que tiene un toque de Cenicienta y que sufre de escaso desarrollo de los personajes, algo que le pasa a muchos relatos cortos.

«Once upon a Christmas Eve»
De lo mejor, un DIK A, consideraron esta historia en All About Romance
A Mandi, de SmexyBooks, le pareció This is a really cute novella with great holiday cheer y le da una B+.
Red Hot Books le pareció un agridulce adiós a la serie.

Se supone que con «Once upon a Christmas Eve», Elizabeth Hoyt puso punto final a la serie Maiden Lane. Anunció en enero de 2018 su nuevo proyecto, una trilogía llamada Greycourt, que se publicarán en diciembre de este año, y las siguientes novelas en 2019 y 2020. Es una serie histórica sobre dos familias separadas por un escándalo que cambiará para siempre sus vidas, algo que suena en plan Romeo y Julieta.
Pero, para mí, aún me faltan por leer dos novelas de la serie, Duke of pleasure y Duke of desire, novelas de las que espero hablar en los próximos meses.
Además, el 29 de diciembre comentó Hoyt en su página web que aunque la serie Maiden Lane está terminada, las protestas de fans que querían la historia de Joseph Tinbox y Peach le ha movido a que en 2018 la contará en formato serial a través de su newsletter mensual, con el título de «Once Upon a Missive».

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