sábado, 31 de marzo de 2018

Crítica: “Chill factor”, de Sandra Brown


Ambiente gélido, nieve, montañas heladas,
¿qué más puedo querer?

DATOS GENERALES
Título original: Chill Factor
Subgénero: suspense
Fecha de publicación original en inglés: agosto de 2005

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS

Cleary, North Carolina, es una somnolienta ciudad de montaña –el tipo de lugar donde la actividad criminal se reduce a multas de aparcamiento. Pero últimamente no es así. Han desaparecido cuatro mujeres de Cleary en los últimos dos años. Y siempre dejan un lazo azul cerca del lugar donde se las vio por última vez. No hay cuerpos, ninguna pista, y no hay sospechas sobre quien pueda ser el secuestrador. Y ahora, otra mujer ha desaparecido sin dejar rastro.
Es con ese telón de fondo que Lilly Martin regresa para cerrar la venta de su cabaña en la montaña, marcando así el final de su turbulento matrimonio de ocho años de duración con Dutch Burton, el jefe de policía de Cleary. La renuencia de Dutch a dejarla ir no es el único obstáculo de Lilly. Mientras ella intenta adelantarse a una tormenta de nieve, su coche resbala en el hielo de la carretera y atropella a un hombre que surge del bosque a pie. Reconoce en el hombre herido a Ben Tierney, con a quien conoció el verano anterior.
Obligados a esperar que pase la tormenta en la cabaña, conforme pasan las horas, Lilly empieza a preguntarse si el principal peligro para su seguridad no será la tormenta de fuera de la cabaña, sino el misterioso hombre que está justo a su lado.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No estaría entre las mil mejores novelas románticas, pero sí que andaría entre las digamos diez mil mejores. Cuando Book Binge publicó su Top 1000 (que ya he repetido varias veces que no sé exactamente de dónde procede), esta novela de suspense romántica estuvo situada en el puesto 934.

CRÍTICA
Si White hot (2004) era un noir sureño de ambiente calentorro, la novela de 2005, este Chill factor, nos lleva a las boscosas montañas de Carolina del Norte.
Las Black Mountains (Montañas Negras), parte de los Apalaches, son la cordillera más alta de la costa este de los Estados Unidos, que culmina en el monte Mitchell (2037 msnm). Aunque estemos al sur de la línea Mason-Dixon, este es un entorno invernal, con una tormenta de nieve, las montañas altas y ominosas y bosques densos e inquietantes en los que cualquier criminal puede esconderse…
 
Panorama de las Black Mountains, bosques densos en los que perderse, especialmente en plena tormenta de nieve

En la primera escena vemos al prota, Ben Tierney, con una pala y una serie de tumbas excavadas en la montaña. Son las mujeres que han desaparecido en Cleary en los últimos años.
Y tú te dices «no puede ser el asesino, o sea, ¡es el protagonista!». Sin embargo ahí está él en mitad de la montaña, con las tumbas de mujeres desaparecidas. Le das cien vueltas a la cabeza, negándote a aceptar la evidencia. A lo largo del libro, las pistas cada vez apuntarán más a él, un periodista especializado en viajes aventureros.
Bajando a pie de la montaña, en medio de una tormenta de nieve, topa con Lilly Martin, la editora de una revista de Atlanta. El último fleco que quedaba de su matrimonio era vender una cabaña que tenían allí.
El ex marido, un policía con problemas con el alcohol y las mujeres, se niega a aceptar el divorcio, pero Lilly lo tiene muy claro. Lo suyo está acabado, finito, adiosito mi amor y que te vaya bonito.
Ben y Lilly se conocieron en el verano anterior, bajando en kayak las aguas bravas del río French Broad. A lo largo de aquel día conectaron, hablaron, rieron juntos,… pero la cosa no fue a más porque ella aún era una mujer casada.
Ahora, ella está divorciada, él herido y la tormenta les impide regresar a la civilización… Situación de intimidad forzada, aislados por la nieve, hasta que escampe.
Se reaviva el interés entre ellos, aunque Lilly empieza a preguntarse qué hacía Ben en mitad de la montaña en plena tormenta. No le convencen sus explicaciones, y poco a poco empieza a preguntarse si no será él ese misterioso secuestrador y probable asesino que está detrás de la desaparición de mujeres.
Mientras tanto, en Cleary, las desapariciones están siendo investigadas por el ex marido de Lilly como jefe de policía y unos poco agradables agentes del FBI que no tardan en relacionar a Ben con los crímenes.
Por otro lado, conocemos a diferentes lugareños, todos bastante poco agradables. En general, son los hombres los que salen peor parados, cualquiera de ellos podría ser el criminal considerando lo misóginos que son todos.
Las pobres mujeres de la historia parecen más bien víctimas, aplastadas por los machos de su vida.
Me encantó toda la ambientación montañera. Es que yo, en cuanto el terreno empieza a hacerse pindio, con algo de frío y nieve,… me lanzo a leer como si no hubiera un mañana.
Ben y Lilly son adultos, contenidos, con su inteligencia, sus recursos, y su forma de hacer las cosas. Está fenomenal una heroína con la cabeza tan bien amueblada, con sus sentimientos pero al mismo tiempo sin que el amor y la pasión le cieguen y si hay pistas que apuntan a Ben como el asesino,… hará lo más sensato. Es una mujer con más de una desgracia en su pasado. La vida, que es muy perra.
Lo del misterioso Ben,… hay un montón de cosas que no encajan y que le señalan a él como muy probable culpable. La autora te deja totalmente a ciegas sobre él, lo que hace, lo que piensa, lo que desea hacer,… Salvo que se siente atraído por Lilly, desconoces quién es en realidad o qué pretende. Aunque no quieres que él sea culpable de nada, no se te ocurren explicaciones lógicas para las cosas que hace.
Y todas apuntan a que él es el asesino conocido como «Blue».
Lo único que me decía que no podía ser es que era el protagonista. Bueno, eso y que es un tipo que viaja por todo el mundo. ¿Para qué concentrarse en raptar y matar mujeres en un pequeño pueblo de Carolina del Norte, donde todo se amplifica y se ve por cien ojos, cuando todo el Globo puede ser el escenario de tus crímenes y pasar más desapercibido? Claro que igual, si se ponen a investigar en otros países,…
No sé, ya digo que me volvía loca intentando buscar explicaciones a por qué este tipo estaba con las muertas y una pala en lo alto de la montaña, y no encontraba ninguna alternativa.
El suspense se mantiene muy bien trabado hasta el final, que para mí ha sido una sorpresa, porque a pesar de haberla leído hace años, no recordaba cómo terminaba la historia.
Conforme pasan los años, en las novelas de Sandra Brown el suspense predomina y el romance se diluye. Chill factor no es una excepción. Esta es, ante todo, una novela de suspense. Dentro de esa categoría, me parece bastante buena. Tiene su dosis justa de intriga para mantenerte en vilo, un par de razonables sorpresas que no veías venir y su gotita de romance para quedar satisfecha.
Para mí lo que la hace pasar de tres a cuatro estrellas es algo totalmente subjetivo, la ambientación montañera.
Valoración personal: notable, 4.

Se la recomendaría a: los amantes del suspense en ambientes frígidos.

Otras críticas de la novela:

No he visto críticas en español. Si alguien conoce alguna, siéntase libre de enlazar debajo. Pongo a continuación las reseñas que he encontrado en inglés.
4 ½ le dan en el blog Bookable Reads.
RT Book Reviews la puntúa con 4 ½ y la considera un Top Pick! 
4 sobre 5 merece para Geeky Mythology.
Le hicieron, como de costumbre, reseña en Publishers Weekly.
Para que se vea que cada lector es un mundo, Rosario (Rosario’s Reading Journal) no sintió especial aprecio por esta novela, y la calificó con una C+.
Menos aún en la página web Reactions to Reading, donde no gustó nada, y esta novela se queda con 1 estrellita sobre 5. 
El comentario en Kirkus reviews es breve: «Virtuoso plot twists, diminished slightly by underdeveloped characters», o sea, giros en la trama de auténtica virtuosa, ligeramente disminuidos por personajes escasamente desarrollados.
En Good Reads tenía una valoración de 3.96 la última vez que miré.

jueves, 29 de marzo de 2018

Crítica: “The art of running in heels”, de Rachel Gibson


Una nueva entrega de los Chinooks, entretenida y olvidable.
Avon, 26-12-2017

DATOS GENERALES

Título original: The Art of Running in Heels
Fecha de publicación original en inglés: 26 de diciembre de 2017
Subgénero: contemporánea

Parte de una serie: 7.º de los Chinook

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS

Correr con taconazos de más de doce centímetros es una forma de arte…

Dejar a tu novio plantado en el altar mientras la televisión lo transmite en directo es un desastre. Lexie Kowalsky pensaba que estaba preparada para casarse en frente de millones de espectadores, pero en el último momento huyó del plató del reality show de moda, Gettin’ Hitched. Luciendo un esponjoso vestido de novia blanco y un par de deslumbrantes zapatos de más de doce centímetros, Lexie salta a un hidroavión de flotadores con destino a Sandspit, Canadá. Se imagina que nadie la encontrará allí. Pero se equivoca.
Compartiendo vuelo con ella está la mayor estrella de los Chinooks de Seattle, Sean Knox. Lexie no es sólo una novia a la fuga de un reality-show, es la hija de su fastidioso entrenador. Es caos y tentación y definitivamente le está prohibida, pero al liberar su delicioso cuerpo de ese traje de novia, no puede resistir llevársela a su cama por una noche alucinante.
Luego una foto de Sean y Lexi aparece en internet – y de repente los dos se ven envueltos en un enloquecido plan para darle un giro positivo a toda la historia. Pero no puedes huir del amor…

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Eh… no. La he leído por aquello de que Rachel Gibson es una de mis autoras favoritas y poco a poco me estoy leyendo los libros suyos que me faltan. Como me leí todas las novelas de los Chinooks, pues me apunté esta también.

CRÍTICA

Rachel Gibson vuelve a su serie emblemática de los Chinooks, con la historia de la hija de quienes protagonizaron la primera, Simplemente irresistible.
Y el planteamiento de la historia es muy parecido a aquel: una novia a la fuga y un deportista profesional que le ayuda a salir de su demencial vestido de bodas.
Georgeanne Howard y John «el Muro» Kowalsky tuvieron un secret baby: esta Lexie que ahora, ya crecidita, se dedica a diseñar ropa y otros accesorios para perros. Tiene un negocio por internet que va bastante bien y ahora va a abrir su primera tienda de verdad.
Justo al principio de la novela, vemos a Georgeanne y John, en su apacible cama matrimonial, viendo la tele, se anuncia un reality show de esos de varias mujeres luchando por hacerse con la mano del soltero de turno.
(Un poquito bastante chabacano, la verdad, porque tiene lugar en una especie de granja donde las pruebas que tienen que hacer las pretendientes son bastante rústicas.)
John se pone a criticar el reality, hablando mal de las jóvenes que participan en ellas y dudando de que los padres las educasen bien. Pero,… ya se sabe que cuando uno tiene hijos, más vale callarse, porque… John y Georgeanne descubrirán que una de las participantes es, precisamente, su hija Lexie.
La idea de Lexie es estar un poquito en el programa, hacer publicidad para su negocio y luego que la echen. Pero tiene un problema: es súper competitiva. Es de las que no aguanta que la ganen ni a las chapas.
Así que acabará ganando el reality, que incluye boda pública y retransmitida en directo, con una vestimenta de lo más hortera: taconazos deslumbrantes con tanta lentejuela que llevan, y un vestido de novia que es un puro merengue.
En el último momento, Lexie, simplemente, no puede hacerlo. Se escapa corriendo en sus tacones de más de doce centímetros y acaba en un hidroavión camino de Canadá.
Solo hay otro viajero, que obviamente no es un vejestorio que va a pescar, sino un tipo sexy y mazao más que dispuesto a ayudarla a salir del chantilly.
Lexie y Sean en seguida conectan el uno con el otro. Esos días que pasan juntos en Canadá les hace intimar en varios sentidos, aun no conociéndose demasiado bien. Mientras que todo el país busca desesperadamente a esta «novia a la fuga», ella se refugia en esta localidad canadiense en buena compañía.
Evidentemente, Sean la ha reconocido al instante.
En cambio, ella está in albis. No tiene ni idea de quién es él, y Sean oculta tan discretamente de qué vive, que ella acaba pensando que debe ser espía o algo así.
Porque el problema está en que Sean Knox no es precisamente una de las personas favoritas de su padre. Estuvo en contra de que lo fichasen los Chinooks. Opina que es uno de esos deportistas excesivamente preocupados por el fluir de su pelo.
Y es que Sean está tremendo, es muy atractivo y lo sabe. Eso no le impide liarse a mamporros –como parece propio de los jugadores de hockey–, con quien sea. Para Sean, el deporte da sentido a su vida, un poquito caótica.
Consigue ser tan frío como el hielo sobre el que patina. Sólo así puede ser el mayor goleador de la NHL. No necesita a una mujer tan anárquica e imprevisible como Lexie, que le lía en una cosa y en otra, sin que él quiera. Lexie tiene un negocio que salvar, porque eso de dejar plantado al «novio de América» no le ha hecho ganar buena fama, precisamente. Y arrastra en sus planes alocados al pobre de Sean.
Sí, el sexo entre ellos es algo fantástico, pero no le merece la pena complicarse la vida con la hija de su entrenador.
Sean es de esos protagonistas que caen muy bien. Es un hombre centrado, un deportista profesional que lo mismo está hoy con un equipo que mañana con otro, y la temporada que viene puede estar con un tercero. Le contratan para meter goles y eso es lo que hace. Necesita orden en su vida, pues la infancia con una madre hipocondriaca fue difícil e insegura.
Por su parte, Lexie me pareció un poquito… irritante. Me costaba tomármela en serio. Todo en ella me parecía ridículo. Desde su mascota, uno de esos perros enanos sin pelo, hasta su negocio de vestiditos para perros (algo que siempre me ha parecido lo más tonto y denigrante del mundo para los animales), pasando por su idiota idea de meterse en un reality para obtener publicidad gratis.
Es un personaje que tiene que madurar. Al final, sí parece estar un poco más equilibrada, pero tengo mis dudas. No es que caiga mal, pero es una chica más bien poco seria.
Así que esta novela me entretuvo, pero sin entusiasmo. Igual es porque no me gustan los realities, es un tipo de televisión que no entiendo. Las escenas que aluden a ello me fascinan y horrorizan como si estuviera viendo un accidente de tráfico. Lexie pone en almoneda su intimidad de forma que todo el mundo opina de ella, sin conocerla realmente. Aunque pretendan lo contrario, los realities también son ficción y lamentablemente acaba repercutiendo en la vida real de sus intérpretes, porque la gente se los toma en serio.
Ha sido una lectura con sus momentos de humor, y otros muy sexis, como es propio de la autora. Es verdad que luego, pasados unos días, te acordarás de pocas cosas, algunas imágenes aisladas, como la de una novia a la fuga corriendo para subirse a un hidroavión, o la foto sexy de estos dos comiéndose el alma contra una puerta,…
En resumen: como la mayor parte de las novelas de Rachel Gibson, resulta ligera, sin demasiadas complicaciones y fácil de leer.

Valoración personal: agradable, 3

Se la recomendaría a: los aficionados a la novela contemporánea ligera, sexy y con toques de humor. ¡Ah, y a los fans de realities!

Otras críticas de la novela:

Sólo he encontrado críticas en inglés, y son de lo más variadas. A unos les encanta y a otros les decepciona. Vedlo por vosotros mismos:
5 corazones en Romance junkies.
4 corazones le dan en I heart romances & YA.
3 ½ estrellas, para Harlequin Junkie.
Em Wittmann la califica con una C en All About Romance.
Una nota de C- le casca C2 en The Good, the Bad and the Unread. y viene a decir que se trata de un libro que te hace sentir vieja en plan «yo vi enamorarse a tus padres» y «los protas son unos críos, y ¿de qué demonios están hablando?».
Carrie S, en Smart Bitches Trashy Books, le pone todavía menos, una D

martes, 27 de marzo de 2018

Crítica: “Make me yours”, de Betina Krahn


Una de esas genéricas que de vez en cuando te sorprenden de lo buenas que son.

DATOS GENERALES

Título original: Make Me Yours
Subgénero: histórica

Fecha de publicación original en inglés: julio 2009
Sello: Harlequin Blaze (HBZ) – 479

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Entre un príncipe y un cuerpo caliente…
Mariah Eller sólo estaba intentando salvar su posada de ser destrozada. Así que, ¿cómo consiguió la viuda atraer la nada deseada –y erótica- atención del príncipe de Gales? No es que ser deseada por un miembro de la realeza sea necesariamente malo… Sólo que Mariah preferiría al mejor amigo del príncipe…
Jack St. Lawrence es muy tentador, y muy leal. Y sabe que el príncipe se implica sólo con mujeres casadas. Así que se imagina que la sexy Mariah está a salvo… ¡hasta que el príncipe exige que Jack le encuentre un esposo para ella!
¿El problema? Jack y Mariah no pueden vences su chispeante atracción. Y una vez que se entregan a sus deseos, la situación empeora. Porque el servidor del príncipe ha encontrado un esposo para Mariah.
Él mismo…

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?
Sí, es de las que no entró (por poco) dentro de la lista de Las mil mejores novelas románticas. Actualmente sí que la tengo (mi lista va cambiando a lo largo del tiempo) en el puesto 898. Tuvo críticas excelentes, DIK A en All About Romance, A en Smart Bitches Trashy Books y otra A en The Good, the Bad and the Unread. Fue finalista del premio RITA® 2010 en la categoría Historical Romance (Romance histórico) pero la ganó Not Quite A Husband de Sherry Thomas, y sí, bueno, no hay color, la verdad. Not Quite a Husband es una de las que más me gustan de Sherry Thomas, si no la que más.

CRÍTICA

No sé por qué razón pensé que esta era una historia contemporánea. Igual se debe a que es un harlequin.
Una historia de un príncipe de Gales que se encapricha de una camarera pero ella se enamora de Jack, el hombre de confianza del royal.
Creo que en mi cabeza mezclé este argumento con la del político sureño que se enamora de una camarera neoyorquina, Indecent proposal, de Molly O’Keefe, que leí antes que ésta pero aún no he publicado la crítica.
En realidad, es histórica, ambientada al final de la época victoriana. Bertie, el príncipe de Gales, hijo primogénito de la reina Victoria, es el heredero al trono. Lleva una vida de esas que dicen «disipadas» y juerguista, rodeado de sus amigotes nobles. Estos esperan hacer carrera gracias a su amistad con el príncipe.
Durante una partida de caza acaban en una posada. Quieren seguir la francachela con alcohol y mujeres que pillen a mano. Pero la dueña, la joven viuda Mariah, no está por la labor de que le violen camareras o le destrocen el local.
Así que hábilmente los manipula para que no haya daños.
Con ello atrae la atención de John St. Lawrence, conocido como Jack, el más serio y contenido de los amigotes reales.
Pero también del propio príncipe de Gales, que cree que se ha acostado con ella y decide darle empleo estable como su amante.
El problema es que es viuda, y este señor se especializa en affairs sólo con señoras casadas. Así que el príncipe encarga a dos de sus adláteres que se lo digan y a uno de ellos, precisamente Jack, que le busque marido a Mariah antes de beneficiársela él.
Mariah accede por razones que no voy a detallar aquí, aunque a ella quien le ha entrado por el ojo ha sido Jack.
Desde el principio, cuando compartieron un beso apasionado que hizo renacer en ella un deseo que creía desaparecido.
Como ella es muy ducha en estas cosas del sexo, no en vano su difunto marido la escogió jovencita y la educó en el placer conyugal, con todo esto, digo, Mariah expresa su atracción por Jack y su sensualidad de una manera que a este le desconcierta, le seduce y, simplemente, le vuelve loco.
Tanto Jack como Mariah piensan mal el uno del otro, al principio. Sin embargo, el roce hace el cariño, y van descubriendo cualidades que les enamoran.
Aunque, claro, luego está el problema de que Bertie sólo espera a que ella esté casada para meterse en su cama. La complacencia del marido se da por descontada, pues el sexo extramarital era una vía de ascenso social. Las mujeres al servicio de las ambiciones, políticas o de otro tipo, de sus maridos.
En conjunto una novela deliciosa, con personajes atractivos pero imperfectos. El nivel de tensión sexual es alto y bastante mantenido a lo largo de la historia. Incluso se insinúan en Mariah habilidades insólitas, aunque luego no se concreta en nada explícito sobre la página. No me lo esperaba en un harlequin, siempre pienso que son «blancos». Es un prejuicio equivocado. Al menos en esta línea Blaze el sexo es explícito y bastante caliente.
No sé cómo llegó esta historia a mi Kindle. Debió ser alguna buena crítica que leí. Y desde luego no me ha decepcionado. Una historieta cortita, ambientada en torno al cambio de siglo, esas postrimerías del XIX conocidas como Belle Époque y acabaron de manera abrupta y terrible con la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa.
Con esta novela descubro a Betina Krahn, una autora de la que nada había leído. La veo ahora como una de esas autoras de las que leeré más libros, si vienen recomendados. Y que tengo que explorar líneas de Harlequin como Blaze –o Temptation, ya puestos–, donde se pueden encontrar agradables sorpresas de este tipo.
Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de historias cortitas algo subiditas de tono con protas experimentados.
Otras críticas de la novela:

Sólo he visto críticas en inglés, y en todas es evidente que les gustó:


Crítica de B+ en Smart Bitches Trashy Books (tengo la impresión de que la crítica de A fue en su habitual RITA Challenge, pero no he conseguido encontrar enlace)
Book Binge, 4 estrellas
Una breve crítica en Genre Go Round Reviews
Por ultimo, Heroines in Romance Novels hace breve reseña y hay un par de comentarios/críticas, también cortitos. 

domingo, 25 de marzo de 2018

Crítica: “White hot”, de Sandra Brown


Vuelta al ambiente sureño pegajosamente cálido

DATOS GENERALES
Título original: White Hot
Subgénero: suspense
Fecha de publicación original en inglés: agosto de 2004

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS

Cuando su hermano menor, Danny, se suicida, Sayre Lynch rompe su promesa de no regresar jamás a su ciudad natal en Luisiana, y se ve atrapada de nuevo en la red de su tiránico padre. Él y su hermano mayor – quien controla la única industria de la ciudad, una fundición de hierro– son tan corruptos como siempre.
Peor aún, han contratado a un nuevo abogado astuto y encantador, Beck Merchant… un hombre con sus propias intenciones ocultas. Cuando la policía determina que el suicidio de Danny fue en realidad un homicidio, debe luchar contra su familia –y sus propios y apasionados sentimientos por Beck– mientras se enfrenta a un polvorín de viejos odios, crímenes pasados y un sorprendente plan de venganza.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Nope. Es de las que compré y leí sólo por ser de Sandra Brown.

CRÍTICA
Con White hot, Sandra Brown volvió a publicar en agosto. Es la novela de suspense que apareció en el año 2004, y reencontró –a mi juicio– su nervio narrativo.
Al haber leído casi todo Sandra Brown, hay elementos que ves repetidos, ideas o planteamientos que evocan otros argumentos, otras novelas.
Volvemos a un entorno sureño, húmedo, cálido y pegajoso: una ciudad pequeña de Luisiana en la que hay una familia propietaria de la industria local que tiene a todo el mundo bailando al son que tocan. Son los Hoyle, padre e hijo, una pareja así desagradable que recuerda un poquito a personajes que aparecen en Los secretos mejor guardados o los Patchett de El sabor del escándalo.
La hija de la familia, Sayre, se largó hace una década, sin la menor intención de volver. Les tiene a su padre y a su hermano una tirria que no los puede ver, en particular a su padre.
Solo el aparente suicidio de su hermano menor, Danny, que era más normal, mejor persona, puede conseguir que ella regrese.
Pretende volver solo para el funeral y no respirar ni un momento más la turbia atmósfera de ese pueblo. Por encima de Destiny, Luisiana, la nube de humo de la acería, inmóvil en el cielo, simboliza el dominio de los Hoyle.
Sin embargo, acaba dando con cosas sorprendentes que merecen una mayor investigación y le impiden volver a su casa en San Francisco.
Sorpresa número uno. La muerte de su hermano, que parecía un suicidio, igual no lo es. La policía ve que hay cosas que no casan,… igual fue asesinado. Las sospechas recaen sobre su hermano mayor, aunque no se diga claramente. Un joven policía investiga algunos detalles que no casan.
Sorpresa número dos: Beck Merchant. El abogado de la familia, contratado por su padre y su hermano, y que no sólo es asesor legal, sino que acaba siendo un «hombre para todo». Lo que quieran los Hoyle, él lo acata sin rechistar.
No es algo que precisamente lo recomiende ante Sayre, que desprecia la corrupción de su padre.
Sin embargo, hay que reconocer que es un tipo guapo y encantador, lo que no quita que tenga su punto de persona despiadada.
Nada más echarle el ojo a Sayre, es evidente que ella le atrae. Le gusta todo: su físico, su carácter decidido, la sensualidad ardiente que cree que ella oculta y sobre la que él fantasea.
Porque le habían hablado de Sayre, y creía que era una tipa vulgar y llamativa y se encuentra con una mujer muy browniana: vestida de forma elegante, que mantiene la distancia, muestra su desprecio por su familia de manera fría, contenida, pero ardorosa cuando se indigna ante injusticias…
Lo mismo que ella es un modelo de personaje visto en otras novelas, en Beck Merchant tenemos al prototipo browniano 2, hombre de la ley. Solo que no es policía, sino abogado, y además sirve a «los malos» de la historia.
En conjunto, es una novela que me gustó en su momento. Al releerla, me ha gustado volver a ese ambiente sureño que le sale tan bien a esta autora. Recordaba vagamente cómo acababa, aunque no del todo, lo que me permitió comprobar, por enésima vez, lo bien que hace esta autora para preparar los giros sorprendentes al final de la historia. Como sabes lo que va a ocurrir, todo tiene un sentido nuevo cuando lo relees, y te das cuenta de lo hábil que es la autora.
Pero tampoco me acordaba exactamente cómo iban las cosas, así que conservó cierto elemento de sorpresa.
La ambientación también presenta algo un poco diferente al misterio habitual. Es cierto que está la investigación sobre la muerte de Danny, ¿fue suicidio o asesinato? Y, en caso de tratarse de un homicidio, ¿quién es el culpable, y por qué?
Aparte de esto, hay mucho sobre la fundición, si hay sindicatos o no y las medidas de seguridad en el trabajo. Cuando no se adoptan (y los Hoyle no tienen interés en gastarse el dinero en cosas tan triviales como medidas de seguridad) quienes acaban teniendo problemas son los trabajadores.
Es una novela de suspense con su dosis de misterio y sensualidad, que recomiendo como una lectura entretenida, aunque no te vaya a dejar noqueada.
Añado: es una de las novelas de Sandra Brown de la que han hecho una película de televisión, según veo en Internet Movie Data Base.
Puedes saber más sobre la peli en este artículo de Star Telegram, pero los actores no se parecen en nada a lo que yo me imaginaba al leerlo. Desde luego, la protagonista, que es una mujer pelirroja, fogosa, elegante,… No es como esta oficinista de trapillo que pusieron.

Valoración personal: buena, 3.

Se la recomendaría a: los amantes del noir sureño.

Otras críticas de la novela:

No he visto críticas en español. Si alguien conoce alguna, siéntase libre de enlazar debajo. Pongo a continuación las reseñas que he encontrado en inglés.
Tenemos las habituales reseñas en Publishers Weekly y en Kirkus Reviews.
También, la crítica resumen en All Readers.
Un par de críticas, la de Book Loons y la de Kelsey Rolfe, a quien esta novela le gustó. 
En Good Reads tenía una valoración de 3.91 la última vez que miré.

viernes, 23 de marzo de 2018

Crítica: “Someone like you”, de Lauren Layne



Como un episodio de Friends.
 
12/2016, Random House
DATOS GENERALES

Título original: Someone Like You
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación original en inglés: diciembre de 2016

Parte de una serie: 3.er libro de Oxford

SINOPSIS (según Goodreads)

Lincoln Mathis no esconde su reputación como el más destacado playboy de Manhattan. De hecho, cultiva esa imagen. Pero detrás de cada flirteo, sonrisa y frase provocadora, hay un secreto que esconde incluso de sus mejores amigos, una tragedia de su pasado que tiene atrapado su corazón. Lincoln sabe lo que quiere: alguien como Daisy Sinclair, la descarada dama de honor que queda fuera de su alcance en la boda de su mejor amigo. También sabe que ella es lo que nunca podrá tener.
Después de un devastador divorcio, Daisy no necesita que le adviertan contra el encantador padrino en la boda de su hermana. Una ojeada al guapísimo Lincoln Mathis y sabe que es exactamente el tipo de hombre que debería evitar. Pero cuando Daisy da con el secreto de Lincoln, se da cuenta de que hay bastante más en este encantador playboy de lo que parece a simple vista. Y de repente Daisy y Lincoln se encuentran con que sus vidas se entrelazan irremediablemente en un viaje que o bien cura sus dañadas almas… o los destruirá para siempre.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, de hecho aparece en mi lista con el número 665. Obtuvo una crítica de DIK A en All About Romance. Para el personal de All About Romance mereció una mención honorífica como el mejor romance contemporáneo de 2016, lógicamente no pudo ganar frente a Cariño, cuánto de odio de Sally Thorne. Fue lo mejor del año para dos de las personas que escriben en esa página, Janet y Kristen. Finalmente, tanto en Book Binge como en Harlequin Junkie le dieron lo máximo, 5 estrellas.


CRÍTICA

Esta es una de esas novelas que leí el verano pasado y cuya crítica, hasta la fecha, no había encontrado un hueco en mi blog.

Hay un momento en este libro en el que el protagonista, Lincoln, dice que se siente como si formara parte de un episodio XXL de Friends.

Intencionadamente o no, la autora ha dado con la descripción perfecta de lo que es este libro.

Entre las series de Lauren Layne hay dos muy apreciadas, Oxford y Sex, Love & Stiletto, centradas en revistas rivales, de ambientación neoyorquina. Lincoln debe ser un personaje secundario en las novelas anteriores de esas series, porque este libro es «su historia», la de un personaje querido y apreciado, cuyos amoríos reclamaban los fans, y Layne no les decepcionó. No he leído ninguna de las anteriores, pero los protagonistas de aquellas entregas deben ser los secundarios que pululan por aquí: todos son guapos, jóvenes, divertidos, y con mucho estilo. Muy neoyorquinos, sin problemas de dinero y en diferentes momentos de la paternidad, que si embarazados, que si ya con bebé, etc.

El protagonista, Lincoln, es reguapo y encantador. No hay mujer que se le resista. No es que haga nada especial, se limita a estar, como el estambre de una flor, y ya se le acercarán las abejas (la metáfora no es mía, se usa en el libro).

Es el padrino en la boda de su mejor amigo, y se fija en la dama de honor, Daisy, una simpática sureña que es hermana gemela de la novia. Y mira que se lo han advertido, tanto a él como a ella, que ni se acerquen el uno al otro.

Pues nada, es cosa de verse de uno a otro lado de la sala y sentirse atraídos como por un imán. Al ponerse a hablar, Daisy y Lincoln conectan inmediatamente.

Daisy empieza a sospechar que Lincoln no es el ligón que aparenta. No queda claro qué es lo que le delata a sus ojos, cuando sus amigos no lo saben, ni sospechan que su corazón sigue colgado del pasado. Pero Daisy sí, y lo reconforta, está a su lado, y él comparte con ella lo que no ha dicho a sus amigotes. Posiblemente, porque ella va a estar un par de días y luego volverá a casa.

Daisy vive en Charlotte, Carolina del Norte, en un casoplón que ha obtenido en su divorcio, junto a una importante pensión compensatoria. Eso le permite vivir sin hacer nada. Bueno, sí, cocinar, porque eso sí que le gusta y se le da bien. Es un libro de esos dietéticamente bastante insanos, sobre todo porque todo el mundo trasiega alcohol cosa mala. Puro riesgo cardiovascular.

Daisy guarda sus propios secretos, detrás de su desagradable matrimonio. Y Lincoln, que cuando la tiene delante le presta toda su atención, se da cuenta de pequeños detalles que le pasan desapercibidos a los demás. Se duele por ella, y le gustaría ser el hombre con el que ella pudiera recuperarse.

Son, ante todo, amigos, que confían el uno en el otro, que están a gusto en su mutua compañía, entendiéndose casi con una mirada.

El conflicto, una vez que ambos averiguan lo que el otro oculta, está en que él sigue colgado de un pasado que ya no podrá ser jamás, y no es capaz de seguir adelante, de enamorarse de nuevo. Un hombre bastante roto, a pesar de las apariencias.

Daisy sí que decide volver a intentarlo en el amor, pero no puede estar esperando eternamente a que Lincoln se recupere.

Como es romántica, tendrán su final feliz, con la ayuda de sus amigos.

Como la otra que leí de Lauren Layne (For better or worse, crítica publicada el 02/2017), combina momentos graciosos con otros más tristes. Hay uno en particular que recuerdo, con Lincoln totalmente noqueado, incapaz de reaccionar, en el que la autora transmite a la perfección que Lincoln siente un dolor inmenso, abrasador.

Es tan igual a la otra que hasta los defectos eran los mismos: tirando a sexista (las mujeres son muy femeninas y les gustan «cosas de chicas» y los hombres muy masculinos), alguna escena que sonaba más a amigotes de instituto que a adultos como Lincoln pidiendo ayuda a sus amigos en el tema amoroso,… Incluye epílogo de esos que yo aborrezco pero que a la gente le gusta mucho, con un montón de niños y de personajes felices y contentos, sin un maldito divorcio o mala salud o desastre económico/político/social a la vista.

No es que sea muy memorable. A los pocos días de leerla, ya casi ni me acordaba de qué iba (y ahora, meses después, sólo me acuerdo de la escena de Lincoln). Es casi-casi como la versión contemporánea de Julia Quinn, en el sentido que incluso las tragedias parece que no son del todo de verdad, pero…

Debo reconocer que los personajes de Layne suenan mucho más reales, como personas que deben existir en algún sitio y no es culpa suya de que la sociedad los haya hecho tan limitaditos. Llevan vidas cómodas, son jóvenes, guapos, forrados y rodeados de amigos, lo cual no quita que vivan desgracias, porque ninguna vida es perfecta. Escapismo muy ameno. Igualito que Friends. Yo disfruté como una enana mientras estaba metida en ese mundo bastante diferente del mío.

¿Conclusión? Contemporánea y divertida, no llega a ser como una de Julie James o Kristan Higgins, ni mucho menos SEP o Gibson, pero es bastante entretenida y sexy. Por lo tanto, recomendable. Seguiré leyendo las historias de Layne, para esos momentos en que me apetece algo nada complicado o demasiado intenso, con su toque de humor y sexo.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: todos los aficionados a la romántica contemporánea, fans de Friends.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado críticas en español. En inglés, ya digo que en All About Romance le dieron una DIK A (libro que te llevarías a una isla desierta).

Harlequin Junkie calificó esta novela con 5 estrellas y la considera un Top Pick.

En Book Binge, otras 5 estrellas.

Latte Night Reviews la puntúa también con 5 (tazas de café), y considera que es la mejor historia de Lauren Layne hasta la fecha. «No sé cómo va a superar esta. ¡Someone like you está en mi top 5 de 2016! Fue estupenda y tan conmovedora». La hizo llorar, etc. «La historia de Lincoln es una que todos deben leer. Todos os enamoraréis de este maravilloso hombre».

Para Star-Crossed Book Blog fue un libro 4 estrellas

En Heroes & Heartbreakers le dedicaron un First Look.