domingo, 3 de septiembre de 2017

Crítica: “Fantasía”, de Sandra Brown

Tópico harlequinero: segunda oportunidad.
 
Nov-1987, Bantam

DATOS GENERALES

Título original: Fanta C
Subgénero: contemporánea/Genérica
Fecha de publicación original en inglés: noviembre de 1987
Serie: Loveswept (LS) - 217

Parte de un dúo: 1.º Mason Sisters (hermanas Mason)

1.ª ed. en España:

Título: Fantasía
Traductor: Bruno Menéndez Rodríguez
Fecha: 04/2007
Editorial: Talismán

SINOPSIS

Los días de Elizabeth Burke están llenos con su negocio de llevar una boutique elegante y ocuparse de sus dos hijos pequeños. Pero sus noches son largas y vacías desde la muerte de su esposo hace dos años. Y las pasa soñando con el amor y el romance que podría haber tenido. Entonces Thad Randolph aparece en su vida: un hombre salido de sus más íntimas fantasías.
Elizabeth no cree en cuentos de hadas, y sabe demasiado bien que los finales felices sólo pasan en los libros. Ahora desea convencerse a sí misma que la amistad es todo lo que quiere de Thad. Pero llegará un día en que finalmente deba hacer una elección: seguir para siempre fiel a sus recuerdos o dejar que el pasado se marche y arriesgarse a amar otra vez…

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No. Es de las que compré sólo por ser de Sandra Brown.

CRÍTICA

Creo que esta es la primera novela en la que realmente escuchas la voz de Sandra Brown con confianza, humor, y todo el aplomo de una escritora que ya sabía bien lo que se hacía.
Por eso, aunque es otra novela genérica más, es de las que para mí pasaría el corte, a pesar del tiempo transcurrido desde que se publicó.
Elizabeth es joven, está viuda y tiene que criar sola a dos hijos pequeños. El suyo fue un matrimonio feliz, pero un accidente se llevó a su marido cuando menos lo pensaba. Puso un negocio, una boutique refinada en la que vende ropa y objetos selectos, dentro de un hotel lujoso. Y tiene una hermana que es fisioterapeuta que resulta de lo más animado de la novela.
Lila es la que pincha a su hermana para que no se amuerme. Sabe que tiene mucha imaginación y la anima a escribir sus fantasías, porque hay una revista dispuesta a pagar por publicar fantasías femeninas. Un toque interesante de la novela son esas fantasías románticas, de lo más trilladas, que con un distanciamiento humorístico nos incluye la autora: la de la chica aristocrática y el mozo de cuadras, la del guerrero herido y la valiente mujer que lo cuida, el amante desconocido que aparece en mitad de la noche…
En la vida real, entre el trabajo y los niños, la verdad es que no tiene mucho tiempo para sí misma. Pero no puede evitar haberse fijado en su vecino Thad, un hombre más o menos de su edad, aparentemente libre y que está realmente bueno.
En cierto sentido, recuerda a Send No Flowers, donde allí todo era tirando a aburrido, aquí funciona como un reloj. Son los niños los que motivan que Elizabeth y su sexi vecino se conozcan, por fin. Y es evidente que a él también se le alegran los ojillos al ver a Elizabeth. Sabe ser respetuoso y mantiene la distancia, pero tú notas que él está (muy) interesado.
Cuando el dueño del hotel donde ella tiene su boutique aparece en escena, para hacerle una oferta que Elizabeth no va a poder rechazar, todas las alarmas se encienden en la cabeza de Thad.
Pero podría habérselo ahorrado, las únicas chispas que saltan de Adam, el rico empresario hotelero, van dirigidas a Lilah, la hermana de Elizabeth, con la que choca desde el primer momento: Lilah no tiene pelos en la lengua y nadie jamás se había dirigido a Adam con tanta impertinencia.
Claro que de eso hablaremos la semana que viene.
Hoy, a Fantasía: Thad se convertirá en el amante de Elizabeth, el hombre que personifica todos sus sueños y con quien decidirá darse una segunda oportunidad.
Ya, lo sé, el planteamiento es de lo más corriente y moliente, pero ya digo que está escrito como un engranaje de relojería, cómo va engarzando una escena con otra, sin que sobre ninguna, llevándote poco a poco a que estas personas se conozcan, se aprecien y acaben juntos en la cama,… o donde sea, y por supuesto casados y felices. Sandra Brown se suelta en los diálogos, oyendo las voces bien distintivas de las dos hermanas y de Thad. Y los niños, mira que no me gustan las novelas con niño, pero aquí se supera dándoles una voz muy realista, suenan de verdad como críos de esa edad, a veces peleones, otras sensiblones, y soltando por esa boca lo que todos piensan y nadie quiere decir.
Así que para ser lo que es, una novelita de los ochenta me parece lo suficientemente buena como para que pase el corte.
Valoración personal: buena, 3.

Se la recomendaría a: quienes busquen una novela genérica potable de dos personas que se enamoran en su madurez.

Otras críticas de la novela:
Encontramos crítica en El rincón de la novela romántica.
En el foro Ábrete libro no les gustó.

En Good Reads le dan una puntuación media de 3.6.
Resumen detallado de la trama, en Allreaders.com.
Y para los políglotas, aquí dejo la crítica (en rumano) de Merlote’s Book Case.
Como de costumbre, si alguien conoce alguna otra crítica de la novela, en inglés o español, siéntase libre de enlazar abajo.



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