viernes, 10 de marzo de 2017

Crítica: “Una chica a la moda”, de Susan Elizabeth Phillips



Un poco mejor que su predecesora, pero aún así tirando a aburrida.
Leída en Kindle


DATOS GENERALES

Título original: Fancy Pants
Subgénero: contemporánea

Fecha de publicación original en inglés: 1989
Editorial: Pocket
Páginas: 512

Parte de una serie: Wynette, Texas (Golfistas) #2

Edición en español: B de Bolsillo (Ediciones B), 2012
Traductora: Daniel Hernández Chambers


SINOPSIS (según la Casa del Libro)


Cuando Dallas Beaudine encuentra a Francesca Day, ella está arruinada, furiosa y cojeando por una carretera remota con un vestido de época de dama sureña. La situación no hace sino empeorar para esta improbable pareja de amantes. Él es un tejano realmente atractivo, de carácter relajado. Ella, una belleza inglesa malcriada que ha tocado fondo. ¿Quién podría haber predicho que se convertirían en dos de los personajes más famosos de la novela romántica contemporánea?

Una chica a la moda es una historia sobre el triunfo ante los obstáculos, el valor y la victoria del amor

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sorprendentemente para mí, sí que me la encuentro entre las mil mejores novelas. Cuando The Romance Reader escogió, a finales de los noventa, las mejores románticas del siglo XX, esta entró en el puesto 95. Hay quien la considera su novela favorita, y es de esas que la gente recuerda de vez en cuando y aún quiere leer, a pesar de que han pasado casi tres décadas desde su publicación.

CRÍTICA

Sigo con mi relectura de algunas de mis autoras favoritas. Toca otra antigualla de Susan Elizabeth Phillips. En su momento hice crítica para El rincón de la novela romántica. Y le puse un 5 raspado. No me resultó tan pestiño como Una chica brillante, pero la verdad es que no me pareció mucho mejor.

Hay un problema en las traducciones al español de estas cosas tan vetustas. Este lo trajeron a España en 2012 y parece que es reciente, pero no, lo que hay que verla es como una cosa de hace muchos años, de los ochenta, sí Dallas, Dinastía, hombreras,… Me lo habéis oído decir más de una vez, pero es que hay que pensar en aquella época para poner un poco en perspectiva estos novelones.

Lo primero que publicó Susan Elizabeth Phillips fue Risen Glory (1984), un romance histórico; después vio la luz Glitter Baby (Una chica brillante, 1987) y lo siguiente fue esta Fancy Pants (1989). Así que estamos hablando de su tercera novela.

Una chica brillante intentaba ambientarse en un mundo sofisticado, alta sociedad europea y cosas que la verdad, me parecían fuera de su onda. Y aquí arranca de ese mismo ambiente en plan lujazo glamuroso. Pretende recrear el Swinging London, hay escenas que se desarrollan por ejemplo en el yate de Onassis en el Mediterráneo, o alusiones a la actriz Marisa Berenson o al príncipe de Gales como el mejor soltero del mundo (Sí, Carlos “el orejas”, ¡ag!). Para mí, todo ese mundo queda muy fuera del alcance de Susan Elizabeth Phillips. Suena, simplemente, ridículo.

La protagonista, Francesca, es una joven británica bellísima, con una madre de la jet set. Como ocurre en Una chica brillante, la autora se pone en plan tristramshandyano y se siente obligada a contarnos hasta cómo y cuándo fue engendrada esta protagonista, en la única escena, por cierto, que me parece con “alto voltaje erótico”.

Por azares de la vida, esta joven británica acaba en una carretera solitaria del sur de los EE. UU., con un vestido de época color rosa en plan Escarlata O’Hara, sin un duro en el bolsillo. La recoge Dallas (“Dallie” para los amigos), un jugador de golf de segunda fila, guapísimo por cierto, y su caddie, un ex presidiario clavadito a Jack Palance.

No se caen bien. En esta primera parte de la novela, Francesca se revela como una heroína bastante insoportable, de esas que parece que el mundo les debe algo. Y Dallas, que es un tipo con una infancia bastante durilla, la mira simplemente como si un alien hubiera aparecido de la nada.

Esa escena inicial en la que se conocen, de manera rocambolesca, es lo más entretenido de la historia. Pero pronto acaba apareciendo una pelea en un bar cutre de Nueva Orleans que no supe muy bien a cuento de qué venía, ¿se supone que es divertido? ¿O muestra algo de los personajes que no he pillado?

El libro avanza y retrocede continuamente. Al principio, se centra más en Francesca (niña mimada de la jet set europea, su mamá, hasta alguna escena de su abuela), y después más en Dallas (su infancia, cómo consiguió enderezar algo su vida con el golf y cómo estudió, su matrimonio fallido…). Me resultó un poco caótico tanto salto para atrás y para adelante, con cambios de escenarios continuos, abarcando hasta tres décadas diferentes, y con referencias a cuestiones candentes en las distintas épocas que, si no sabes un poco de historia contemporánea, ni las entiendes ni te interesan.

En la segunda mitad es el “héroe” quien acaba pareciéndome horrible. Un tipejo de los que zarandean y abofetean a una mujer, y algo despistadillo en cuanto a su estado civil.

Creo que la historia funciona si sientes algún interés por los personajes. Lamentablemente, yo no lo conseguí. Francesca sólo empieza a ser vagamente soportable pasada la mitad del libro, pero nunca vemos realmente su encanto, su profesionalidad, su ingenio,… Dallas promete, al principio, ser uno de esos deportistas tan seppianos (un tío sexy más listo de lo que parece) pero la cosa decae en una serie de aspectos que tampoco voy a destripar por si alguien quiere leer este libro.

Respecto a Una chica brillante me pareció que había avances. Aquélla no fui capaz ni de releerla para hablar de ella aquí, y ésta sí que he podido darle un repaso rápido. No recordaba gran cosa de la historia, así que en muchos aspectos fue como leerlo por primera vez.

Otra diferencia es que, cuando lo leí por primera vez, no jugaba al golf, así que todas las referencias a ese deporte me resbalaban. Salvo cuando mencionaban a Seve Ballesteros, claro, que en la época en que se desarrolla la novela era uno de los mejores jugadores del mundo; releerlo ahora me produce congoja, nostalgia de aquella época que fue y no volverá, que yo viví y ahora está ya definitivamente a décadas de distancia. Y Seve ya no está entre nosotros.

Dejando eso a un lado, ahora entiendo un poco mejor el aspecto profesional de Dallas, pero la verdad, no me hace respetarlo más. Su principal talento parecen ser los pelotazos largos, más que lo hábil que es en el green.

Sigo pensando que en una novela más bien lenta y aburrida, sólo apta para seppies. El tiempo no pasa en vano, y muy poquitas novelas románticas de 1989 admiten una lectura hoy en día. De ese año sobreviven al menos tres totalmente recomendables: Maravilla de LaVyrle Spencer, Lecciones privadas de Linda Howard y Pecado y virtud de Mary Jo Putney. Cualquiera de ellas le da cien vueltas (en mi opinión) a este torpe tercer intento de Susan Elizabeth Phillips.

En su momento le di un 5/10, y esa sería la calificación que correspondería, 2,5 estrellas. Pero como en este blog no uso valoraciones intermedias lo dejo en 2, a secas.
 
Pocket, Oct-1989
Valoración personal: lentorra, 2

Se la recomendaría a: seppies.

Otras críticas de la novela:

En español, tenemos varias críticas en El rincón de la novela romántica, todas ellas mucho más entusiastas que la mía.

En Libros de Romántica le pareció excelente. Su único “pero” va dirigido a la editorial, que tradujo este libro después de otro posterior en el que aparece un personaje que también es importante aquí, pero con otra edad.

En Etéreo y fugaz son un poco más críticos, le dan 3 ½ de puntuación y dice que el principio es muy lento pero luego cuando se anima te atrapa.

Mi Friki Mundo la leyó y le hizo crítica en 2010, antes de que se tradujera a español, y su opinión es más cercana a la mía, para ella no merece la pena.


En inglés, tenemos Romance Rookie B+.

Al blog de Laura Gerold (Laura’s Reviews) le gustó la historia de Francesca, que le llega a parecer admirable. Pero nunca le llega a gustar Dallas.

4 comentarios:

  1. A mí me gustó un poco más que a ti, pero no demasiado. Para mí la parte romántica fue insuficiente y poco emocionante. De SEP me esperaba más.
    En cuanto a las tres novelas que citas al final de la reseña (yo aún no había nacido XD), me parecen totalmente recomendables y muy, muy buenas.


    Un saludo

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    1. Me alegro de que tú le sacaras algo más a la historia, yo francamente no he podido.

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  2. No me gustó mucho, no sentí “el amor”. Más bien me pareció una novela sentimental (a Dallie le ha pasado de todo) con un final harlequinesco.

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    1. ¿Y no crees que es, simplemente, porque está mal contado? Incluso el folletín y lo harlequinesco, si te lo cuentan con estilo, te atrapa.

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