sábado, 30 de abril de 2016

Cambio de foto: “Retrato de dama”, de Diego Velázquez


Cambio la foto que puse en la pestaña M&MB: la representación idealizada de Dulcinea da paso a un cuadro de Velázquez, este Retrato de dama.

Es un fragmento de un retrato de mayores dimensiones que posiblemente quedó dañado en el incendio del Alcázar de Madrid. Estuvo en el Palacio Real de Madrid y ahora, no se sabe dónde está. Amigo, alguien se lo llevó, o lo perdió, o no sé, pasaba por ahí y se le quedaron pegados a los dedos unos poquitos cuadros. Era el año 1989. Cosa muy española, aunque la prensa habló de robo, hubo quien prefirió hablar de un posible “extravío intencionado”. Ay, qué tontuna, de verdad, que no hemos cambiado ná de ná. 

Pretendo en el futuro incluir aquí más retratos femeninos realizados por Velázquez, así que empiezo con uno de los más modestos: una dama española anónima, cuyos ojos, protegidos por pobladas cejas, miran serios al espectador. Un collarcito de perlas y unos pendientes metálicos, posiblemente de plata, completan el look. Traje oscuro y puntillitas, pero nada de aparatosas gorgueras.

Aprovecho, además, por si alguien que lea esto lo ha visto en casa de algún amigo o conocido, para que pueda recuperarse.

Velázquez no necesita presentación, es uno de los genios de la pintura española, junto con El Greco (bueno, este postizo), Goya y Picasso. Como el pintor de los pintores, te puedes quedar sólo en la excelente factura, pero hay en él una intención de ennoblecer el arte, de darle trascendencia a su obra. Siempre hay más de lo que parece. Por eso cuando te fijas, cuando miras bien sus cuadros, con tiempo, con detenimiento, llegas a ver la luz, el aire, la atmósfera, lo intangible.

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez murió en Madrid el 6 de agosto de 1660.

viernes, 29 de abril de 2016

Crítica: "Cerca de la tentación", de Suzanne Brockmann




Último viernes de mes, así que toca el siguiente de estos harlequines cortitos con intriga, contemporáneos y sexis. La serie Altos oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann es ideal en su género.
Leído en Kindle
Este fue mi TBR Challenge del mes de marzo de 2015, así que me limitaré, básicamente, a traducir y retocar la crítica que hice entonces.
El décimo libro de la serie Tall, Dark and Dangerous, Taylor’s Temptation, se publicó en julio de 2001. Era el n.º 1087 de Silhouette Intimate Moments. En España, Harlequin Ibérica la publicó como el n.º 442 de la colección “Súper Jazmín”, y luego la reeditaron en el dueto Prisioneros del amor de la colección Tiffany n.º 16.
Cuando en marzo de 2015 tuve que buscar un libro de una serie que había dejado de leer, se me ocurrió esta. Se encontraba en mi montón de libros pendientes porque tiempo atrás, después de zamparme un par de libros de la serie, decidí leérmelos todos en orden. Por alguna razón, perdí el interés tras el libro 9. Gracias al TBR Challenge del año pasado, terminé de leer la serie, porque seguido me leí el 11, Pasión a ciegas.

Bobby Taylor es un personaje bien conocido de los libros anteriores de la serie. Junto con Wes Skell forman una interesante pareja que trabajan juntos de fábula. Un gesto, una palabra, basta para que se comuniquen el uno con el otro. Y más de una vez se han salvado la vida.

La cosa es que, mientras se recupera de una herida, Bobby está fuera de servicio, así que no puede acudir a ninguna operación de los Navy SEAL. Por lo tanto, es la persona perfecta para intentar que la hermana pequeña de Wes, llamada Colleen, se quede en los Estados Unidos, en lugar de ir a un país peligroso a ayudar después de un terremoto.

El problema es que Bobby Taylor ha sentido deseo/amor/lo que sea por Colleen desde que ella tenía diecinueve años de edad. Y no se da cuenta de que a Colleen le pasa exactamente lo mismo.

Así que cuando este tipo tan grandote –pero mucho, ¿eh? yo le calculo dos metros al menos- y tan atractivo va a visitarla, por una vez sin su hermano Wes pegado con velcro, a Colleen le parece que es la oportunidad perfecta. Intenta seducirlo de cuantas maneras se le ocurren. Pero Bobby se resiste. Así que Colleen lo sigue intentando, con más descaro aún. Taylor sigue en plan numantino. Y se esfuerza. De verdad que sí. Muy intensamente. Por supuesto, tarde o temprano, entre estos dos habrá fuegos artificiales.

Fue un Silhouette Intimate Moments, así que sabes el tipo de libro que te traes entre manos. Gira en torno al conflicto sentimental entre los dos personajes principales. Y aquí encontramos uno de esos tópicos clásicos harlequineros: desde la perspectiva de ella, enamorada del mejor amigo de su hermano; desde la de él, enamorado de la hermana de tu mejor amigo. Un tópico que siempre me ha sonado un poco raruno en relación con los sentimientos de estos dos hombres que son amigos. Te hace pensar, ¿será que hay algo más entre ellos? ¿Hay alguna vibración sexual que estos tíos tan machos pretenden ignorar? La verdad es que en este caso no ayudaba nada que Bobby viera los ojos de su amigo en los ojos de ella, por ejemplo.

Esta trama proporciona dos conflictos. Primero Wes, el mejor amigo y hermano, va a estar en contra de ello, porque no quiere que cambie su relación con su amigo ni con su hermana. Tampoco Bobby quiere perder a Wes como amigo. Al final se rinde, sabiendo que Wes va a matarlo, pero que morirá feliz.
Silhouette, Jul-2001 (FDB)

No es el único problema, porque Colleen es diez años más joven que Bobby. Estudia Derecho y Bobby cree que ella se merece a alguien mejor, con una carrera más prometedora, que gane más dinero, no quiere que tenga las preocupaciones e inseguridades propias de una esposa de militar.

Como es un SIM, no hay realmente suspense militar. No es una serie como Troubleshooters, que incluye una subtrama de suspense en cada libro. Aquí la parte de aventuras en tierras extranjeras es muy breve y bastante simplista. Aunque claro, nadie lee a Suzanne Brockmann para aprender de política internacional, sino por la poderosa e increíble tensión entre los personajes principales.

Aunque el libro forma parte de una serie, se mantiene solo bastante bien. El único problema es que si no has leído los libros anteriores, sólo sabes que Wes y Bobb son amigos, pero cuando has leído la serie todo seguido hasta este punto, estás tan acostumbrado a la pareja Bobby & Wes que es un poco raro ver a sólo uno de ellos en escena.

Valoración: buena, 3
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, pero muy abajo en la lista, por el tres mil cuatrocientos, más o menos.
Ganó el premio a la mejor novela “genérica” del año 2001 en la página web All About Romance.

miércoles, 27 de abril de 2016

Crítica: “The Ruin of Gabriel Ashleigh”, de KJ Charles


Ahora que KJ Charles ha terminado la serie Society of Gentlemen, he decidido publicar en semanas sucesivas las críticas de la misma. Comenzamos con un relato cortito, una estupenda escena erótica.
Edición Kindle, nov-2015


DATOS GENERALES

Título original: The Ruin of Gabriel Ashleigh
Subgénero: histórica / relato corto

Fecha de publicación original en inglés: 2014, como parte de la antología Another Place in Time, Boys in Our Books LLC, en e-book separado se publicó en noviembre de 2015.

Parte de una serie: Society of Gentlemen  #0.5

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?
No. Si la he leído es porque soy adicta a esta autora.

CRÍTICA

Comienzo mi repaso de Society of Gentlemen por el relato 0.5, aunque es verdad que no lo leí hasta después de la primera novela. Vi que esta historia cortita, de contenido básicamente erótico, estaba disponible en digital y no me lo pensé.

La serie gira en torno a un grupo de amigos, los Ricardianos, agrupados bajo el ala protectora de Lord Richard Vane, amigos que se apoyan los unos a los otros, con una fuerte lealtad mutua, así que es peligroso molestarlos. La idea de la autora es hablar de un grupo de radicales de la Regencia.

En “La ruina de Gabriel Ashleigh” conocemos cómo se hicieron pareja Francis Webster y Gabriel Ashleigh, “Ash” para los amigos. En este relato, a diferencia de lo que ocurre en el resto de las novelas, no interviene la política o la lucha de clases.

El joven Gabriel es un negado para las cartas, y aún así insiste en jugar. El resultado es que se queda en la ruina. Lo pierde todo en el juego. Sólo le queda huir al Continente en medio del deshonor o bien pegarse un tiro. Para su padre y su hermano Maltravers (el primogénito) lo segundo sería más adecuado, así se evita la deshonra familiar.

Pero Gabriel es joven y no tiene ganas de dejar de disfrutar de la vida.

Lo peor es que quien le ha ganado todo su dinero y la casa heredada de una tía es Francis Webster. Un hombre que, a los ojos de la buena sociedad, ha cometido el terrible delito de no ser noble, sino de familia enriquecida por la Revolución Industrial. Ha ido a Eton y Oxford por sus propios méritos. Allí coincidió con el hermano mayor de Gabriel, Maltravers, quien no perdió la oportunidad de motejarlo, humillarlo y tratarlo en general como un paria.

Cuando el atolondrado de Gabriel, totalmente bebido, lo encuentra años después, comete la tontería de ofenderlo. Pero Francis es ahora un hombre respetado y rico, con posición, y el que acaba quedando mal es el jovencito Gabriel. Quien, al final, lo pierde todo en un juego de cartas.

Así que cuando Francis Webster lo invita a visitarlo a su casa, por lo menos aprovechará para disculparse por sus errores pasados. Poco se imagina él que acabarán haciéndose amantes, en unas escenas muy… eh… una tensión sexual muy intensa que… en fin, ¿cómo decir? Acaba en… digamos que sexo explícito para mayores de dieciocho años.

No es una novela corta, ni siquiera un relato. Diría más bien que es una gran escena (toda la que transcurre en casa de Francis, con la seducción y el sexo como elemento central de la historia) con la presentación y algunos flashbacks para contarte la historia anterior de estos dos personajes.

Es poco más que un sketch, 50 páginas por un euro (cuando lo compré, ahora está a 2,13). Para ser tan breve, la verdad es que retrata bastante bien a los personajes. Por un lado, tenemos al jovencito que imita tontamente a su hermano y se da cuenta de los errores en sus decisiones y tiene la decencia de disculparse y descubrir, ¡hola, hola! ¿A ti también te van los caballeros?

Por otro, al hombre que toda su vida ha tenido que soportar los desprecios de muchos nobles, porque él no es de los suyos y, sin embargo, ha conseguido ser rico e inteligente. Ahora ha encontrado su lugar en el mundo, entre hombres de mérito que lo aceptan tal cual es y que puede, al fin, realizar su sueño con el joven que le obsesiona desde hace años.

¿He dicho ya que la parte sexual es muy excitante?

Me parece una buena opción si quieres descubrir si te va o no el estilo de esta autora.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes quieran saber a qué se dedicaban algunos caballeros en la Regencia.

Otras críticas de la novela:

Con motivo del lanzamiento de este relato, KJ Charles fue entrevistada en Binge on Books, y me pareció muy interesante: cuenta cómo trabaja, los distintos programas que usa para la cronología, la investigación histórica, la moda, etc.

En Just Love: Romance Novel Reviews le dieron 5 estrellas.

lunes, 25 de abril de 2016

Crítica: “Talking Dirty with the CEO” de Jackie Ashenden



Hace casi un año que leí este libro y escribí esta crítica, y no he encontrado hueco hasta hoy. Ya ni me acordaba que lo tenía pendiente.
Leído en Kindle

DATOS GENERALES

Título original: Talking Dirty with the CEO
Fecha de publicación original en inglés: mayo 2013
Subgénero: contemporánea
Parte de una serie: 1.ª de Talking Dirty
Páginas: 206
Editorial: Entangled Indulgence

CRÍTICA

Paso de poner la sinopsis de la editorial y entro directa a hacer la crítica. Aparte de que no sé muy bien cuál sería el equivalente potable en español de palabras como geek, mogul o hottie CEO, no coincide del todo con la historia tal cual yo la he entendido.
Joseph Ashton, el CEO del título (presidente ejecutivo o director ejecutivo, para entendernos) está en una reunión de trabajo con un compañero-amigo de la empresa que sale un momento a atender una llamada.
Al bueno de Joseph, que le cuesta un poco concentrarse en las cosas, le da por toquitear el ordenador de su amigo. Resulta que está en un chat de juegos en línea, con el muy poco original nick de Studman y conoce a la no menos trillada Naughtygirl. El “Semental” y la “Chica traviesa” empiezan a tontear, a decirse cosas subidas de tono a las que se refiere el título que en traducción libre sería “Diciéndole guarradas al Director Ejecutivo”. Pero vamos, nada fuera de lo normal, creo yo. Que qué llevas puesto, pues mira sujetador, liguero, medias negras y… Ugg boots.
¿Eh? ¿Qué son las “Ugg boots”? Busqué en internet, y son esas zapatillas que abrigan mucho porque tienen borreguillo. Ahora no caigo cómo se las llama en español.
Tal que esto, según wikicommons
No parece muy sexy, pero teniendo en cuenta que ella le dice a él que lo que debería ponerse es un tanga de piel de leopardo…
Entre insinuaciones sexis –u horteras, como se vea-, acaban quedando en un bar.
Se conocen, se gustan, y tienen un lío de una noche. Los días siguientes se los pasan pensando todo el rato en esa persona que les ha hecho sentir tan especial.
La “Chica traviesa” es, en realidad, Christie St. John, una friki que trabaja como periodista en temas tecnológicos, juegos, informática, esas cosas. Viene de una familia pija y rica, en la que no pega ni con cola, porque no es nada glamurosa. Alta y delgada, viste vaqueros y calza Doc Martens. Le va el metal gótico y las camisetas negras, aunque también tiene una con mi frase favorita de Yoda: “Do or do not. There is no try”.
Que aquí tradujeron como Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.
Mi lema.
Ninguno busca una relación, pero se reencuentran. Se dan otra noche, y luego un fin de semana, y más tarde una semana,… tienen cosas en común como la informática, salen juntos, hasta se van a montar en bici por los alrededores,… por cierto que la autora vive en Auckland y también dice en su página web que a veces “se ve obligada por su marido a andar en bici de montaña con él”. Así me explico lo realista que es al describir el sufrimiento de pedalear por la montaña.
Sus familias son bastante horrendas, alejadas de esa actitud tan idílica de muchas novelas rosas. Se agradece. Porque aunque hay familias cojonudas, también hay opresivas y humillantes, que destrozan la autoestima de cualquiera. Los culebrones, teleseries y novelas que presentan a la familia como algo siempre maravilloso me acaba pareciendo la verdadera “pornografía sentimental”.
La familia de Christie ni se interesa por ella, ni la valora. De hecho, aprecian más a su ex novio, un cretino que le puso los cuernos. La madre en concreto es un bicho frío que nunca tiene una palabra amable. Y aunque Christie intenta que no la afecte pues, ¿cómo no le va a afectar? En un momento dado, reflexiona:

“Su corazón era un felpudo que quería que Helene fuera una madre de verdad. Una madre que estuviera orgullosa de su única hija”.
“Odiaba a su pobre, ingenuo corazón de felpudo por querer algo que nunca iba a conseguir”.

Los padres de Joseph no son mejores. Padece trastorno por déficit de atención con hiperactividad y su comportamiento superó tanto a su madre que los abandonó cuando él tenía trece años. Su padre le echó la culpa a Joseph. Afortunadamente, su hermana Judith lo apoya y aprecia. Joseph cree que no está hecho para una relación estable, que acabaría hiriendo a su pareja, dispersando su atención en otras cosas.
Y ese es básicamente el conflicto de la historia, un conflicto emocional. Tensión sexual mínima porque ya estaban dándole al tema desde el primer momento. Se trata sobre todo de descubrir cada uno cómo es el otro, cómo consiguen superar algunos traumitas personales gracias, precisamente, a esta relación romántica. Así pueden acabar juntos, felices y relativamente funcionales.
Como veis, es una historia de amor sencillita, contemporánea. El formato es tipo Harlequín, aunque aquí es otra editorial, Entangled: doscientas páginas con millonario incluido.
Pero tiene como originalidad el que se ambiente en Auckland (Nueva Zelanda), donde vive la propia autora, y en un entorno contemporáneo de juegos en línea, tecnología, ordenadores,…
La verdad es que cogí esta novela porque me gustó mucho la novela erótica que leí de Jackie Ashenden, Having Her, y vi que estaba gratis en digital, así que me la bajé al kindle y me la leí prácticamente de una sentada. Esta no es erótica, es simplemente una historia de amor contemporánea, con sexo explícito, eso sí, pero nada rarito.
Es una historia sencillita que no creo que pase a los anales del género. Pero me pareció muy bien contada y reconozco que tiene algunas cositas que me gustaron especialmente, aunque son tan personales que no tienen por qué gustar a otros.
1)    La heroína friki despreciada por su familia que consigue crecer como persona precisamente gracias a su relación con Joseph. Me tiene ganada ya con la camiseta que tiene una de mis citas cinematográficas favoritas (bueno, mía y de todos los frikis, nerds y geeks del mundo mundial).
2)    Joseph es un millonario con un problema real, nada estrambótico y con el que mucha gente puede sentirse identificada.
3)    Se sitúa Down Under, en el sentido amplio del término, AUS + NZL.
Valoración personal: en su género, cumple, 3

Se la recomendaría a: las historias tipo Harlequín pero ambientadas en el mundo de hoy, y a todas las frikis de este mundo, también ellas pueden tener su millonario.

Otras críticas de la novela:
No está traducida, y como es simplemente una novela cortuca más, tampoco he encontrado más que una crítica en inglés, Fiction Vixen. Lo consideran una lectura “mona” y le dan una C, que incluye como cita preferida de este libro, la siguiente:

“-Te mereces a alguien más rico. Mejor persona. Alguien que nunca te decepcione. Que nunca te haga daño. Joder –él se río un momento-. Te mereces a un hombre que pueda al menos concentrarse durante más de diez segundos en una cosa.
“-Joseph…
“-Pero la cosa es que no vas a encontrar a un hombre que te ame tanto como yo a ti”.

Hombre, siempre tienes las críticas de Amazon y de Goodreads, pero esas nunca las menciono porque doy por supuesto que todo el mundo conoce esos sitios.