sábado, 30 de julio de 2016

Cambio de foto: "Española", de Golovín


Cambio la foto que puse en la pestaña M&MB: la Santa Catalina de Yáñez de la Almedina cede su sitio a una Española de Golovín.

A lo largo de este mes de julio he visto una subida increíble de las visitas al blog. Literalmente, miles de visitas procedentes de Rusia. Me dije, “¡vaya! Será que en la tierra de Putin la novela romántica despierta pasiones…” Va a ser que no. Descubrí un artículo de Internet que decía que el 99% de las visitas desde ese país son spam. No dañan el blog, pero te dejan direcciones para que piques en ellas, generando así visitas a sus lugares. Aún estoy pendiente de identificar esas direcciones para reportarlas y que los datos estadísticos sean reales.

Pero mira, en honor a ese montón de visitas fantasmas a mi blog, he decidido, este mes, poner una imagen de una de tantas españolas retratadas por el ruso-soviético Golovín.

Aleksandr Golovín estudió arquitectura y luego se pasó a la pintura. Llegó a colaborar en el diseño del pabellón de la Rusia Imperial en la Exposición Universal de París (1900). Pero se le conoce sobre todo por ser uno de los principales diseñadores escénicos (de escenarios y de vestuario) de la época, tanto para óperas (el Borís Godunov de Músorgski) como para ballets (los famosos  Ballets Rusos de Diáguilev).

Cuando vi que tenía varios retratos de mujeres españolas me pregunté por qué, y después de investigar un poco (esto de internet es fabuloso) me encontré con un artículo que hablaba de la conmemoración de su 150º aniversario en 2013. Así me enteré que es el autor del telón del teatro Mariinski de San Petersburgo. Estos retratos son fruto –dicen ahí- de sus viajes por Europa, “impregnados del exotismo de principios de siglo”.

Luego, en PieFlamenco me entero de que este señor Golovín diseñó la escenografía de una Carmen (1906) y pintó estos retratos de mujeres españolas “con una técnica extraña que combinaba temple y acuarela”. Por lo que cuentan en este segundo artículo, la hispanofilia rusa se remonta ya a principios del XIX, pues allí se veía a estos dos países "periféricos", Rusia y España, como lugares semejantes entre sí (en cosas como el fervor religioso o la influencia oriental), y diferentes a otras potencias europeas. Así que fueron de los primeros en usar imágenes estereotipadas de “lo español” en el arte; más tarde, otros europeos (y no europeos, recordemos a Washington Irving) se vinieron aquí en busca de exotismo. Que les quedaba más a mano que Oriente. 

Asi que cuando pasees por Marbella y veas la mitad de los rótulos directamente en ruso, piensa en ello sólo como la última manifestación de esta hispanofilia rusa.

Golovín murió en Détskoye Seló (actual Pushkin, cerca de San Petersburgo) el 17 de abril de 1930.

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