viernes, 26 de febrero de 2016

Crítica: "Sin nombre", de Suzanne Brockmann



Último viernes de mes. Toca hablar del siguiente de estos Harlequines cortitos con intriga, contemporáneos y sexis. La serie Altos oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann es ideal en su género.
Leída en Kindle en inglés

El octavo libro de la serie Tall, Dark and Dangerous, se titula en original Identity: Unknown, y se publicó en enero de 2000. Era el n.º 974 de Silhouette Intimate Moments.

En España, Sin nombre fue publicado por Harlequin Ibérica como el n.º 136 de la colección “Top Novel”.

En esta novela de suspense romántico se sigue un tema bastante apreciado en los harlequines: la amnesia de uno de los protagonistas. Mitchell Shaw es un Navy Seal que ya apareció en la novela anterior, Desafiando las normas. Para que Jake Robinson se ganara la confianza del líder de la secta en la que se infiltró, fingieron que él y otro Navy Seal eran culpables de conspiración. Jake logra huir, pero el otro culpable (aparente) entra en la cárcel. No es otro que Mitchell, un Navy Seal del misterioso Equipo Gris.

El misterio gira en torno a plutonio robado de un laboratorio. Mitchell estaba sobre la pista de este material, que el gobierno se teme que pueda ir a manos equivocadas para fabricar una bomba atómica.

El pequeño problema es que Mitchell no se acuerda de quién es. Las pertenencias que llevaba escondidas (una nota con una dirección y una pistola del calibre 22) no ofrecían muchas pistas sobre su identidad.

La dirección lo lleva al rancho Lazy Eight y a su bella administradora, Becca Keyes. A veces recuerda cosas como la cárcel, o su habilidad con las armas, con lo que está bastante acojonado por lo que pudiera haber en ese pasado del que no se acuerda. ¿Es posible que haya sido un asesino?

Conflictos hay en esta novela para dar y tomar. 



Eins, el conflicto interno de Mitch, que no sabe quién es y piensa lo peor de sí mismo.

Zwei: Luego con Becca, por quien se siente atraído pero con quien piensa que no debería iniciar nada ante el misterio de su propia procedencia.

Drei: Becca también tiene cierta tendencia a colgarse de tipos que sabe que no van a estar mucho en el rancho.

Vier, unos cuantos Navy Seal andan buscando discretamente a Mitchell por todo Nuevo México, temiéndose lo peor: que esté muerto o que le haya seducido el lado oscuro.

Fünf, los malos malotes, que son los que tienen plutonio para fabricar una bomba que, como todos sabemos desde que nos lo contó Nicole Kidman en El pacificador no hay que preocuparse del hombre que quiere diez armas nucleares, hay que sentirse aterrorizada por el hombre que sólo quiera una.

Comenta Suzanne Brockmann en su página web que en todos sus libros, sus héroes románticos hacen un viaje de auto-descubrimiento. En Sin nombre, ¡el viaje es bastante más literal!

La verdad es que la trama de suspense me resultó excelente. Te tiene con el alma en vilo todo el tiempo. La protagonista femenina, como suele ser habitual en Brockmann, aunque no siempre, queda desdibujada en contraste con el potente héroe y sus inquietudes sobre qué o quién es. La parte sexual no me ha parecido tan lograda como en otros libros, aunque no se bien por qué.

Cuando leí este libro no vi que el final fuera un cierre nítido. Me dio la impresión de que el tema del plutonio robado daría más de sí en el futuro. Sin embargo, leí después los posteriores y creo recordar que no se volvió a hablar del asunto.

Valoración: en conjunto, notable, 4

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No, me temo que el libro me encantó sobre todo porque toca tópicos que a mi particularmente me gustan. Ganó el premio WISH por el personaje del teniente Mitchell Shaw.

1 comentario:

  1. Me encanta cuentro resenas estas novelas de Suzanne Brockmann; son ejemplos excelentes de su tipo, y aunque--como bien dices, no son precisamente de lo mejor-mejor de la novela romantica como genero literario que abarca tantisimos sub-generos--se ha ganado su lugar en los estantes de muchas lectoras.

    Gracias por recordarmela!

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