martes, 29 de septiembre de 2015

Crítica: "Having Her", de Jackie Ashenden



Los lectores de All About Romance la escogieron [escogimos, que yo también voté] como la mejor novela de 2014 en la categoría de novela erótica. Tenía la crítica hecha de hace meses, y no sé por qué fue quedando relegada. Erótica con profundidad psicológica y evolución emocional. Sólo para mayores de edad, claro.
Portada en FictionDB

DATOS GENERALES

Título original: Having Her
Fecha de publicación original en inglés: 2014
Subgénero: erótica
Parte de una serie: Lies We Tell #2

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según la página web de la autora  donde, de paso, puedes ver el Book Trailer de este libro)

Detrás de cada heroína está el dolor que la ata.

Kara Sinclair, propietaria de un café manga, tiene un problema desde hace tanto tiempo que se acerca a lo patético. Su virginidad. Librarse de ella, sin embargo, implica hacer justo lo que la aterra—bajar la guardia con alguien que sea relativamente extraño. Lo que hace que la oferta de Vin Fox, el hermano mayor de su mejor amiga, algo demasiado tentador para rechazarlo.

Vin no tiene tiempo en su complicada vida para dedicárselo a nadie, y menos para preocuparse por Kara y su alocada búsqueda. Cuando ella insiste en seguir con un plan que él considera poco seguro, entonces, dice que ya basta. Si quiere perderlo, puede hacerlo con él. Ventaja añadida: podrá hacer realidad sus fantasías más oscuras: incluido el collar de esclava.

Kara pensó que tratar con un conocido como el sexy y controlador Vin haría las cosas más fáciles. Pero cuando se ponen manos a la obra, ni siquiera la seguridad de un disfraz puede engañar a sus demonios interiores.

Para entonces, el juego ha ido demasiado lejos… y las consecuencias pueden atarlos para siempre. O hacer que se rompan por las costuras.

Advertencia: Contiene un héroe sexy y melancólico empeñado en “arreglarla” y una heroína que no le teme a nada… excepto a lo “normal.” Más cosplay rarito del que puedas recordar. La enfermería está llena; por favor, coge cita antes de leer.

El primer libro de la serie, Taking Him, se publicó en noviembre de 2013.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entre las mil mejores novelas románticas, en torno al quinientos.

Descubrí esta novela gracias a All About Romance. Le dieron la máxima puntuación crítica: DIK A, para Dabney fue de lo mejor de 2014, y entendieron que era uno de esos tesoros escondidos del año. Con esas recomendaciones, hubo quien la probó y le gustó tanto como para votarla la mejor Erotica/Romantica (así, en inglés) de 2014.

CRÍTICA

Kara Sinclair tiene una apariencia extravagante. Pelo azul, piercing en oreja y nariz, lentillas de colores imposibles y un gusto en materia de ropa,… alternativo. Minifaldas ajustadas, medias de rejilla y doc martens. A este tipo de botines de cuero en plan militroncho se les llama biker boots en inglés.

Su interior aún es más retorcido que el exterior. Rechazada por su familia, sobrevive llevando un café manga en Auckland (Nueva Zelanda). Una de las cosas que la molesta de sí misma es seguir siendo virgen a los 25. Hay una parte de intimidad, de imaginarse desnuda delante de un desconocido, que siempre le hace echarse atrás en el último momento.

En uno de esos intentos frustrados, se encuentra en mitad de la noche, y vestida de aquella manera, en una zona poco apropiada de la ciudad. Así que llama a su amiga Ellie, pero quien contesta al teléfono (y al final la rescata) es Vin, un tiarrón de metro noventa y tres, ancho de hombros, apasionado, impaciente, sobreprotector.

No se llevan demasiado bien. Kara le resulta demasiado poco convencional. Vin está acostumbrado a asumir todas las responsabilidades del mundo. Cuando descubre que ella quiere perder la virginidad con un desconocido, no entiende que se arriesgue tanto.

Se acerca la NZ Con, algo así como la Comic-Con pero en neozelandés. Kara decide ir disfrazada de Princesa Leia. No, no con ensaimadas en la cabeza, sino en plan esclava de Jabba el Hut. Mucho más sexy, donde vas a parar.

Kara vacila a Vin con el temita del disfraz. Le guasapea fotos de los distintos candidatos al rol de digamos, desvirgador, y al final Vin se acaba cabreando. Bastantes problemas tiene en su vida como para andar encima preocupándose por lo que le pueda pasar a la mejor amiga de su hermana pequeña. Así que dice que vale, que él se ofrece para la misión, así Kara no correrá peligro buscando maromo idóneo por esos bares del Señor.

Cuando se ponen a ello, Vin se da cuenta de que Kara tiene ciertas inseguridades y, por hacerle las cosas más fáciles a ella, empiezan un juego de amo/esclava. Como una forma de quitarle presión a ella, que si algo sale mal, él asume la responsabilidad. Así se inicia una relación en principio sólo sexo intrascendente. Con el tiempo, la realidad (¡esa perra!) les da un sopapo en las narices. Como todas las historias de “sólo sexo”, acaban apareciendo el amor y las complicaciones.

No suelo leer subgénero erótico, pero si la parte erótica y la emocional se equilibran y complementan, suelo disfrutarlo bastante. Si sólo son escenas eróticas malamente hilvanadas, no me interesa.

Aquí, lo fuerte son los personajes. Vin tiene una vida complicada. Siendo aún menor de edad, su padre los abandonó. Le tocó hacerse cargo de todo: una madre esquizofrénica, un negocio que hay que sacar adelante como sea, y una hermana en peligro por la que se preocupa constantemente. Todo y todos dependen de él, no puede fallar nunca. No hay sitio para sus sueños personales. El sexo con Kara resulta…


Una fantasía. Una vía de escape. Ser otra persona por un tiempo.


Kara se encuentra sola en el mundo porque su madre la rechazó. Literalmente. Lleva años devolviéndole a Kara cartas sin leer. Pensadlo un momento, todo el mundo dice “al menos, siempre me quedará mi madre”. Y poneos en el lugar de alguien a quien su madre, simplemente, no quiere. Es muy fuerte, entiendo perfectamente que Kara no se vea digna de nada, sin derecho a nada. Ni a tener sueños propios.

Así que tenemos por un lado a un tipo dominador y controlador. Hiperresponsable. Y por otro a una chica con la autoestima tan por los suelos que de joven se autoinfligía dolor para tranquilizar su ansiedad. Material psicológico bastante complicado para crear una relación funcional.

Se embarcan en una relación sexualmente rara, sobre todo en la primera parte de la novela. Unas cuantas escenas explícitas y excitantes, en las que predomina el juego de rol con disfraces. Pero no hay nada para incomodar al lector medio de romántica. Primero, porque no hay nada en plan latigazos, humillaciones, tríos, voyeurismo, sexo anal, o juguetes eróticos. Segundo, porque la tranquilizadora moraleja de la historia es que los protagonistas se portan así porque lo necesitan en ese momento, no porque les guste per se. ¿Conclusión? Cuando han superado sus problemas emocionales, asumirán papel de pareja bastante tradicional.

De todas formas, me parece todo un desafío para el escritor contar este tipo de historia sin caer en la falta de respeto a la mujer. Pero Ashenden lo consigue totalmente. El protagonista no resulta machista ni prepotente, ni los juegos humillantes para la mujer.

Se ambienta en Auckland (Nueva Zelanda), donde vive la escritora. Tanto este país como su vecino Australia me resultan –como ya he dicho otras veces- muy interesantes, me encantaría visitarlos, o incluso pasar alguna temporada en ellos (soñar no cuesta nada). Lost in Kakadu fue la primera novela que viene de las antípodas que comenté aquí, luego han venido las de Nalini Singh, y esta de Jackie Ashenden no será la última. No es que me vaya a leer toda su bibliografía, pero lo intentaré con algún otro libro suyo que esté recomendado.

Por los resúmenes que he leído, recurre a ambientaciones en distintos lugares de Oceanía y Asia, y eso -para mí- es un punto de interés añadido.

Es verdad que no hay mucho color local, pero resulta curioso ver, por ejemplo, que la gran potencia cultural, la referencia de los personajes, no sea ni lo británico colonial ni lo estadounidense, tampoco lo autóctono, sino Japón.

Resumen: una novela romántico-erótica en el que la parte más subida de tono se concentra en la primera mitad. Después, estás tan implicada en la novela, que no necesitas que haya sexo cada equis páginas.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: los aficionados a la novela erótica de intensidad emocional. O a la contemporánea con escenas más tórridas de lo habitual.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado otras críticas en español.

All About Romance, como he dicho, es un libro DIK A y en la crítica leo una frase que puedo compartir perfectamente: “La novela cumple con mis criterios para un romance erótico soberbio: el sexo que comparten los personajes es parte integral de la trama y ambos están maravillosamente escritos”.

The Romance Evangelist, 5 estrellas.

Harlequin Junkie le da lo máximo, 5 corazones.

Book-A-Holic Anon, otras 5 estrellas.

RT Books Review, 4 estrellas y media

The Theory of Lieto Fine (Lieto fine = “final feliz” en italiano) le da 4 estrellas y señala una cosa buena en la relación entre los personajes y es que, aunque a Vin no le gusta como viste ella o como se maquilla nunca, ni una sola vez, le dice que cambie, ella o sus gustos y eso es un puntazo.

Romance Novel News, 4 estrellas.

Conclusión: Si en el marasmo en blanco y negro de nuestras librerías veis por casualidad alguna vez traducida esta de Ashenden, esta sí que es erótica de calidad contrastada. 

domingo, 27 de septiembre de 2015

Mis preferidas en el AAR Top 100 de 2013



El 10 de julio de 2015, con la crítica de The Black Hawk, terminé mi "Desafío AAR": leer y hacer crítica de las cien mejores novelas románticas, según las lectoras de la página web All About Romance. Hoy quiero dedicarle un pequeño homenaje a mis novelas preferidas. Son veinte, nada menos que la quinta parte de la lista, lo cual es... estadísticamente perfecto.

Para no andar haciendo cálculos de cuál me gusta más y cuál menos, las pongo en orden cronológico:

Orgullo y prejuicio, de Jane Austen (1813) Obra maestra de la literatura occidental, con un comienzo inolvidable… Bueno, y la parte del medio y el final también.

Pecado y virtud, de Mary Jo Putney (1989) Una mujer decidida intenta sacar adelante la propiedad del terrateniente Reggie, mientras este anda agarrado a la botella. La más realista representación del alcoholismo que, hasta la fecha, he visto en el género.

Maravilla, de LaVyrle Spencer (1989) Dos personas humildes se enamoran en medio de una terrible crisis económica. La mejor demostración de que no hacen falta duques ni megamillonarios para contar una historia que nos enamore a todos.

Lecciones privadas, de Linda Howard (1989) Una maestra de escuela y un aguerrido criador de caballos superan juntos los prejuicios raciales. Una historia genérica pensada para no estar más de quince días en el kiosco y, sin embargo, seguimos hablando de ella casi treinta años después. Porque, a veces, hay más talento en un Harlequín que en cientos de lujosas encuadernaciones tapa dura.

El caballero de la brillante armadura, de Jude Deveraux (1989) Pionera en el subgénero del viaje en el tiempo. De la Inglaterra isabelina a la actualidad y a la inversa, para intentar cambiar el pasado... y un final que aún suscita polémica.

Flores en la tormenta, de Laura Kinsale (1992) Apabullante. Todos pensamos en ella cuando queremos demostrar que esto de la romántica puede alcanzar cotas literarias. Profunda, con sentimientos y emociones auténticamente humanos.

Por el corazón de mi dama, de Laura Kinsale (1993) Una impresionante recreación de la Europa desolada por la peste. Una heroína fría. Un héroe devoto. Atontolinada me dejó.

Sueño contigo, de Lisa Kleypas (1994) La historia de Sara y Derek Craven. O sea, Derek Craven. ¿A qué estás esperando para leerla?

Tenías que ser tú, de Susan Elizabeth Phillips (1994) Prototipo del romance deportivo contemporáneo. Con la incomparable Phoebe Somerville, el personaje que más recuerdo de la autora.

Abandonada a tus caricias, de Loretta Chase (1995) Así debe ser una historia de la Regencia: ligera, chispeante y sexy. O cómo desabotonar un guante puede ser más sensual que decenas de páginas de sexo explícito.

Amarte es mi destino, de Connie Brockway (1997) Un héroe descarado y aventurero, una heroína dotada para las lenguas muertas, en el colorido Egipto fin de siècle. Ella es su país, el de verdad, no el de los sueños infantiles.

El amante de Lady Sophia, de Lisa Kleypas (2002) Posiblemente, la Kleypas que más veces he leído. Una joven vengativa se topa con un magistrado sobrecargado de trabajo. Intensa sexualidad desde la primera página. Literalmente.

Jane juega y gana, de Rachel Gibson (2003) Una periodista rompepelotas que no admite tonterías y cuya mera presencia molesta a estos deportistas profesionales cargados de testosterona,... Y el tatuaje más recordado de la historia.

Una apuesta peligrosa, de Jennifer Crusie (2004) Contemporánea, divertida, verdadero antídoto contra la depresión. Jenny en su mejor forma. Para leer con una sonrisa desde el principio hasta el final.

Not Quite a Husband, de Sherry Thomas (2009) Intensidad emocional, en medio de un impresionante paisaje de montaña. Amor constante a través del tiempo y de miles de kilómetros de distancia.

Amor en la tarde, de Lisa Kleypas (2010) Un principio epistolar arrebatadoramente tierno. Un héroe torturado y una heroína que pretende arreglarlo… empezando por su perro. La última novela de Kleypas que realmente me encantó.

The Iron Duke, de Meljean Brook (2010) Varios géneros en un solo libro: suspense, aventura pura y dura, ciencia ficción,… Worldbuilding alucinante. La resaca de este libro steampunk me duró días.


El despertar de una dama, de Cecilia Grant (2011) Nunca el mal sexo dijo tanto de sus protagonistas. A veces bordeando el naturalismo literario. Sólo el saber que, de alguna forma, habrá un final feliz, te permite disfrutar de la fría desesperación que recorre sus páginas.

The Black Hawk, de Joanna Bourne (2011) Una de espías que se aman a lo largo de los años, lo mismo follan como locos que se pegan un tiro. Adrian “Hawker” Hakwhurst es mi nuevo Derek Craven, con eso lo digo todo.

El affaire de la institutriz, de Courtney Milan (2012) Una mujer tenaz busca ser compensada por su sufrimiento. Choca con un hombre que, por ella, tendría que renunciar a sus sueños. La prueba fehaciente de que no hacen falta tochos de casi mil páginas para narrar una historia de amor maravillosa.

Ahora que veo así juntucas mis veinte novelas de este desafío, me doy cuenta de que la mayoría están escritas por mis autoras favoritas, de las que he leído, o estoy en trámites de leer, todas sus novelas.

Jane Austen, Laura Kinsale y la Lisa Kleypas histórica.

Mis tres funny ladies: Susan Elizabeth Phillips, Rachel Gibson y Jennifer Crusie.

Las autoras de la Novísima romántica histórica, con heroínas inteligentes y sensatas, a veces dejan traslucir preocupaciones sociales o políticas: Sherry Thomas, Cecilia Grant, Joanna Bourne y Courtney Milan.

Más la incalificable, especial, original, nueva, distinta, incomparable... Meljean Brook. No puedo decir más. Tú la lees y si te gusta, te la quedas.

El resto de libros fueron escritos por autoras muy competentes, auténticas maestras que, cuando conecto con una historia suya, me gustan como las que más. Si no se han convertido en mis autoras favoritas no es por ellas, sino por mí. Por ese tornillo flojo que tengo, que hay que saber apretarlo con cositas muy particulares que, a veces, están y otras no. Son autoras de histórica como Mary Jo Putney, Jude Deveraux, Loretta Chase o Connie Brockway; la contemporánea LaVyrle Spencer y una de las mejores autoras del suspense romántico, Linda Howard.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Crítica: "El mismo amor", de Suzanne Brockmann




Último viernes de mes. Toca breve –brevísima- reseña de una de la serie Altos oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann. Harlequines cortitos con intriga, contemporáneos y sexis. 

Portada Silhouette, 1996 (FictionDB)
Es tan Kitsch...
 El segundo de la serie, Forever Blue (“Por siempre Blue”) apareció en octubre de 1996. Es el n.º 742 de Silhouette Intimate Moments. En España, Harlequin Ibérica la publicó como el n.º 68 de la colección “Grandes Autoras”.

Aunque la serie la protagoniza un pelotón de siete Navy Seal, no todas las entregas son de suspense militar. Suzanne Brockmann recurre a temas típicos de las novelas genéricas tipo harlequin. En este caso, es la “vuelta al pueblo” del protagonista, Carter “Blue” McCoy, para la boda de su hermano. Se reencuentra con una chica que conoció de jovencita, la atractiva policía Lucy Tait.

Lucy Tait ha soñado con él desde que estaban en el instituto. Ella es una de las pocas personas con las que Blue puede hablar. Son amigos antes que amantes, y ese es un tópico que siempre encuentro muy atractivo.

Las cosas se tuercen un poco cuando se produce un asesinato del que acusan a Blue. Parece tener los motivos, y la oportunidad para ello. Y, qué demonios, es un NAVY Seal, si quisiera matar a alguien, está perfectamente capacitado para ello. O sea, que todo el mundo cree que ha sido Blue.

Sólo Lucy cree en él. Juntos, conseguirán descubrir quién es el verdadero malo malote.

El suspense de la historia me pareció logradísimo. El tema del “falso culpable” siempre me resulta bastante inquietante.

Lo de la vuelta al pueblecito “entrañable” me gusta menos. Afortunadamente, Suzanne Brockmann no es autora fantasiosa que considere que todo el mundo que vive en un pueblo pequeño es bueno y sentimental. Ni de lejos. Es realista: Hatboro Creek, en Carolina del Sur no acoge precisamente a Blue con los brazos abiertos. Se portan fatal, cotillean de Lucy, se dejan comprar fácilmente por la gente con dinero, sin importarles el daño que puedan hacer a otros, le condenan sin escucharle siquiera…
Sí, también leído en mi Kindle

Valoración: buena, 3
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, estaría entre las mil mejores novelas románticas, en torno al trescientos setenta y cinco.
En All About Romance le dieron una crítica DIK (libro que te llevarías a una isla desierta) A-  La eligieron la mejor novela genérica del año y de la línea Silhouette Intimate Moments.
También tuvo una Gold Medal en RT Book Reviews. Y le dieron el premio RT WISH para el teniente Blue McCoy. No es que estos premios sean el Nobel, porque son un poco demasiado pagados por la industria, pero bueno, es una orientación de que la novela tiene algo especial.